Esta semana se estrenó en Netflix: "Griselda", la serie inspirada en la vida de Griselda Blanco, una narcotraficante colombiana y una de las fundadoras del Cártel de Medellín.
La popularmente conocida como “Viuda Negra” y “Reina de la Cocaína” y que es interpretada en la ficción por la actriz colombiana Sofía Vergara, llegó a ser una de las mujeres más ricas del mundo debido a sus negocios ilícitos.
Tal fue su importancia, que en el primer capítulo de la serie se cita a Pablo Escobar refiriéndose a Blanco de la siguiente manera: "El único hombre al que le he temido en mi vida fue una mujer llamada Griselda Blanco".
¿Quién era Griselda Blanco?
Griselda Blanco nació en Colombia en 1943 y se dice que huyó de su casa a los 14 años tras ser abusada por su padrastro. Poco después se inició en el mundo criminal y se convirtió en pionera en el tráfico de cocaína.
Sus inicios en el mundo criminal se remontan a la década de los 70. Años antes del imperio de Pablo Escobar, Griselda ya enviaba droga a Estados Unidos. De hecho, fue ella quien ideó las rutas iniciales del narcotráfico a Miami, Florida que más tarde fueron usadas por los grandes carteles de Colombia.
El personaje que encarna Sofia Vergara llegó a dirigir un imperio que enviaba más de una tonelada y media de drogas al mes a Estados Unidos por mar y aire.
Griselda Blanco, “La Viuda Negra”
Griselda fue conocida como “Viuda negra” debido al fallecimiento de sus ex maridos en sospechosas circunstancias. Además, según diversos medios colombianos, Blanco habría participado de más de 250 asesinatos.
Su primer marido Carlos Trujillo, con quien tuvo tres hijos, se dedicaba al tráfico de personas, y antes de morir la dejó en contacto con criminales estadounidenses.
Junto a su segundo marido, Alberto Bravo, se fueron a vivir a Queens, Nueva York. Ahí fue donde establecieron su negocio de cocaína a nivel internacional. Años más tarde, presuntamente Griselda lo asesinó luego de que él la engañara en un bar.
A su tercer marido, Darío Sepúlveda también, según diversos medios, lo mató ella misma luego de que intentara llevarse a su hijo, a quien llamó Michael Corleone.
En 1975 fue acusada por uno de los casos más grandes de tráfico de drogas, por lo que huyó a Colombia antes de ser detenida.
A fines de los 70 volvió a Miami y fue detenida en 1985 en Irvine, California. Fue extraditada a Colombia, donde pasó más de diez años tras las rejas.
En 2004 recuperó su libertad pero no se alejó del mundo criminal. Años más tarde, en 2012 falleció a los 69 años tras recibir dos disparos en la cabeza en un ajuste de cuentas.