La donación de órganos es un tema que no deja a nadie indiferente. En nuestro país se registra una tasa que continúa en disminución, a pesar de la necesidad de muchas personas que se mantienen en una constante lucha dentro de las conocidas "listas de espera".
Sin embargo, esta historia protagonizada por Becky y su novio, Kelly Turney, devuelve las esperanzas y demuestra una de las tantas razones de porqué donar órganos es dar vida en cada sentido de la palabra.
Hace más de un año en Estados Unidos, Becky Turney vivió la dolorosa muerte de su hijo de 19 años, Triston Taylor Green.
En esta dura pérdida, la mujer decidió cumplir la voluntad de Triston de donar sus órganos, los que fueron recibidos por cinco diferentes personas.
Tiempo después, se llevó a cabo la ceremonia de matrimonio entre Becky y su novio, pero la celebración era un tanto agridulce debido a la ausencia de su hijo.
Es por esto que, entre los asistentes a la boda, decidieron guardar un puesto vacío que tenía un cartel con las siguientes frases:
"Estoy en el cielo para tu matrimonio, así que ¿qué debería hacer?
Bajaré a la Tierra para pasarlo contigo
Así que guárdame un puesto, solo una silla vacía
Puede que no me veas pero yo estaré ahí".
Pero lo que Becky no sabía es que su novio le tenía una inolvidable sorpresa. Kelly compró un boleto de avión hacia Alaska para Jacob Kilby, quien recibió el corazón de su hijo Triston gracias a la donación de órganos.
Antes de comenzar la ceremonia, el novio detuvo absolutamente todo y presentó a Jacob y Becky. En una espectacular secuencia fotográfica, se puede observar el emotivo momento en que la novia recibe la noticia y corre a abrazar a quien contiene el corazón de su hijo ya fallecido.
Pero eso no fue todo, ya que además pudo escuchar cómo latía el corazón de su hijo Triston en el cuerpo de Jacob, culminando un encuentro que sacó más de una lágrima entre todos los asistentes de la bella ceremonia.