Esta semana un oso polar fue avistado en las afueras de la ciudad industrial de Norilsk, en el Ártico Ruso, a más de 800 kilómetros de su hábitat tradicional.
El animal fue encontrado buscando comida entre la basura, un doloroso espectáculo que fue captado por decenas de curiosos y por la prensa en las imágenes que te mostramos a continuación.
Según indica La Vanguardia citando a medios locales, el animal viajó más de 500 kilómetros desde su hábitat en el mar de Kara debido al hambre.
El motivo por el que los osos polares viajan grandes distancias y se desplazan hacia el sur es la disminución del hielo ártico. Según los expertos, la razón específica en esta ocasión es la congelación tardía del mar.
Al no haber hielo disponible para caminar, a los osos se les hace casi imposible cazar a las focas, sus presas naturales, quienes son mucho más rápidas en el agua que en el hielo.
“El monitoreo del hielo muestra que, anteriormente, el hielo cerca del mayor asentamiento humano se formaba en diciembre, pero este año no”, afirmó a la AFP Ilya Mordvintsev, uno de los expertos que volaron hasta la zona afectada para evaluar el impacto de la llegada de los osos.
Hace más de 40 años que un oso polar no era avistado en Norilsk, la última vez fue en 1977, cuando una hembra llegó a la ciudad. En esa oportunidad las autoridades le dispararon para evitar poner en riesgo a la población.
Las autoridades declararon estado de emergencia en la zona afectada y deberán decidir sobre el futuro del oso polar, cuya caza está prohibida en Rusia, pues la especie se encuentra en peligro de extinción.