El telescopio Spitzer de la NASA se especializa en captar el espectro infrarrojo de la luz, fue puesto en órbita en agosto del 2003 y tiene un espejo reflector de 85 centímetros de diámetro. Gracias a este telescopio, la NASA fue capaz de captar una porción del espacio repleta de burbujas cósmicas

La zona es  una nube de gas y polvo llena de burbujas creadas por el viento y la radiación procedentes de jóvenes estrellas masivas. Cada burbuja está rellena de entre cientos y miles de estrellas, que se forman a partir de densas nubes de gas y polvo.

Las burbujas tienen tamaños de entre 10 y 30 años luz, pero es complejo determinar el tamaño exacto de las burbujas individuales, porque su distancia de la Tierra es difícil de medir y los objetos parecen más pequeños cuanto más lejos están.

Según explican desde la NASA, los colores en esta imagen representan diferentes longitudes de onda de luz infrarroja. El azul representa una longitud de onda de luz emitida principalmente por las estrellas; el polvo y las moléculas orgánicas llamadas hidrocarburos aparecen en color verde, y el polvo cálido que ha sido calentado por las estrellas aparece rojo. 

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