Comenzaron las vacaciones y muchas familias eligen Brasil como destino principal para disfrutar de la temporada estival. Aunque el viaje sea de carácter placentero, los turistas deben tener ciertas precauciones previas como si vacunarse o no contra la fiebre amarilla.

De acuerdo a lo señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), "la fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados". Pero como mucho nos saben, hay distintos puntos de riesgo donde el virus es endémico, como por ejemplo, en zonas tropicales de África y América Latina.

Sin embargo, la OMS fue enfática en una de sus últimas recomendaciones donde indicó que las personas que viajen a los estados de  Acre, Amapá, Amazonas, Distrito Federal (incluida Brasilia), Espirito Santo, Goiás, Maranhão, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Pará, Paraná, Piauí, Rio de Janeiro, Rio Grande do Sul, Rondônia, Roraima, Santa Catarina, San Pablo, Tocantins, determinados municipios de Bahía y las cataratas del Iguazú, deben vacunarse.

Fiebre amarilla: Estos son los países donde hay que ir vacunado

Luego de haber contraido el virus y pasado el periodo de incubación de 3 a 6 días, la infección puede cursar en una o dos fases. "La primera, aguda, suele causar fiebre, mialgias con dolor de espalda intenso, cefaleas, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas o vómitos. Posteriormente, la mayoría de los pacientes mejoran y los síntomas desaparecen en 3 o 4 días", señalan desde la OMS.

No obstante, según lo explicado desde el organismo,  "el 15% de los pacientes entran a las 24 horas de la remisión inicial en una segunda fase, más tóxica. Vuelve la fiebre elevada y se ven afectados diferentes sistemas orgánicos".  El 50% de las personas que "entran a esta fase tóxica mueren en un plazo de 10 a 14 días, y los demás se recuperan sin lesiones orgánicas importantes", agregaron.

De esta manera, la medida preventiva más importante y eficaz contra el virus es la vacunación, además de entregar "inmunidad y protección de por vida".

A pesar de sus positivos efectos, la vacuna no puede ser conferida a cualquier persona sin previa prescripción médica porque podría causar contraindicaciones. 

Incluso, no deberían vacunarse las personas que presenten las siguientes condiciones:

  • Niños menores de 6 meses.
  • Antecedentes de alergia a cualquiera de los componentes de la vacuna: huevo, proteínas de pollo o gelatina.
  • Alteraciones del sistema inmune incluyendo la infección por VIH según recuento de linfocitos T CD4+.
  • Enfermedad del timo, miastenia gravis, síndrome de DiGeorge.
  • Otras inmunodeficiencias, tumores malignos y trasplantes de órganos.
  • Enfermedades que requieran tratamientos con inmunosupresores y/o inmunomoduladores.
  • Embarazo

Además, hay grupos con riesgo aumentado de efectos potencialmente graves y adversos asociados a la vacunación:

  • Niños entre 6 y 8 meses de vida inclusive.
  • Adultos de 60 años o mayores que se vacunan por primera vez contra la fiebre amarilla
  • Las mujeres que están en período de lactancia entre el nacimiento y los 8 meses inclusive podrían transmitir a sus hijos el virus vacunal a través de la leche.
  • Alteraciones del sistema inmune incluyendo la infección por VIH según recuento de linfocitos T CD4+.
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