Casi tres años tuvieron que esperar los fanáticos y fanáticas de "Stranger Things" para descubrir qué pasó con Hopper y los profundos secretos que esconde Hawkings.
Tras el estreno de su cuarta temporada el pasado 27 de mayo, la serie ha permanecido como lo más visto de la plataforma, incluso, lleva casi dos semanas en el número del listado de "las 10 series más populares en Chile hoy".
A la espera de que llegue la conclusión de la temporada, se han ido conociendo detalles de las grabaciones y de las exigencias que algunos actores plantearon para grabar.
Fue el caso de Millie Bobby Brown, quien interpreta a 'Eleven' en la serie. La actriz en esta oportunidad puso sobre la mesa un importante requisito para no dañar su imagen.
En el show, su personaje tiene superpoderes y su estética era fácilmente reconocible por su cabello rapado. Sin embargo, a medida que la trama avanzó la joven se integró con el equipo de Hawkins y dejó crecer su pelo.
Ahora, con el estreno de esta última parte, al hilo conductor de la historia le siguen unos flashbacks o simulaciones del pasado en los que se ve al personaje con su característico cabello rapado.
Estas imágenes corresponden a escenas grabadas en la transición de esta última temporada. Pero para ello, Millie fue muy clara en cuanto a las demandas estéticas de dirección y se negó rotundamente a afeitarse de nuevo su cabellera.
Por lo mismo, tuvieron que utilizar una peluca y hacer un trabajo muy dedicado para que todo pareciera real. La estilista Sarah Hindsgaul, que ha trabajado con todo el elenco desde su estreno, compartió los secretos detrás de la "falsa" peluca rapada de la actriz en una serie de publicaciones de Instagram.
La profesional contó que fue necesario colocarle una envoltura muy ceñida a su cabeza para ocultar el volumen de la melena. En el proceso, mojaron su pelo, lo alisaron y le pusieron un gel para que quedara bien pegado. Luego le colocaron un material de plástico para que se secara. Otro de los retos es que debía parecer real con su cuero cabelludo incluido y para lograrlo decidieron colocar piezas de seda que emulaban la piel.
Según Hindsgaul, fue toda una hazaña que requirió el trabajo de tres artistas y mucho tiempo de dedicación. "Este ha sido, con mucha diferencia el desafío, en cuanto a producción de una peluca, más difícil que me han dado", expresó.
