El derretimiento de glaciares reduce también la producción de fitoplancton, organismos clave en las cadenas alimenticias, según un estudio realizado en el canal de Beagle, en la Patagonia chilena.
Oceanógrafos del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile analizaron la respuesta de los organismos que viven cerca de las descargas de agua dulce provenientes de dos glaciares de la Cordillera Darwin, en la región de Magallanes y de la Antártica chilena, en el extremo sur de Chile.
Se trata de los fiordos Pía y Yendegaia que, a pesar de estar ubicados a 65 km de distancia, muestran comportamientos diferentes en sus aguas.
En Pía, las aguas del glaciar desembocan directamente en el fiordo y los científicos detectaron que existe un sistema muy productivo, con alta concentración de microalgas o fitoplancton, y por tanto una alta abundancia de copépodos, microcrustáceos que son los principales consumidores de las microalgas y también parte esencial de la red alimenticia.
En el caso del fiordo Yendegaia, donde el glaciar se encuentra 14 km río arriba del fiordo, el agua dulce queda en la superficie y la salina en el fondo. Esto genera un sistema que es mucho más pobre y solamente permite sustentar una baja cantidad de copépodos, dicen los científicos.
"Si hay menos aporte, hay menos biomasa", por lo que "es posible que los sistemas más pobres disminuyan" y con ellos la vida en el mar dependiente de ellos, dijo a la AFP el director de la investigación, Ricardo Giesecke.
Sin embargo, "a pesar de que el fiordo Pía es más productivo, presenta también un ambiente hostil para los copépodos; generando alta mortalidad. Esto se encuentra asociado a la gran cantidad de materia inorgánica que es liberada en la columna de agua desde el glaciar", explica Giesecke.
Los expertos sostienen que los copépodos de mayor tamaño tienen más dificultad en discriminar las partículas que ingieren, lo que produce una disfunción alimenticia y finalmente les causa la muerte.
"Podríamos decir que en un sistema donde los glaciares empiecen a retroceder, tendremos áreas menos productivas, equivalentes al fiordo Yendegaia. Si son menos productivas significa que todo el resto de la trama trófica (red alimenticia) disminuirá, pero aumentará la supervivencia de zooplancton (copépodos)", es decir, los pocos que sobrevivan tendrán menos alimento pero vivirán mejor, concluye Giesecke.
Los científicos chilenos estudian ahora el aporte de hierro al sistema que realizan las aguas de estos glaciares.
Aunque no se pueden extrapolar estos resultados a otros glaciares, el estudio arroja resultados "parecidos" a los obtenidos en Groenlandia, pese a que en el hemisferio norte se estudiaron fiordos mucho más distantes entre sí que los chilenos.