Un grupo de investigadores de la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington encontró ftalatos (sustancias químicas que alteran las hormonas), en muchos platos de comida rápida (chatarra).

Los autores del estudio hallaron varios ftalatos distintos, así como otros productos químicos para sustituir a los ftalatos, en una variedad de productos de comida rápida para llevar, incluidas las papas fritas y las hamburguesas con queso.

Si bien aún se está estudiando el impacto en la salud de estos químicos, los investigadores argumentaron que se debe hacer más para mantener estas sustancias fuera de nuestros alimentos.

En el estudio, los autores precisaron que las comidas rápidas pueden ser una fuente de exposición particularmente importante.

En esta investigación, se recolectaron 64 muestras de comidas de seis restaurantes diferentes en el área de San Antonio, Texas (Estados Unidos): varias hamburgueserías, una pizzería y un restaurante Tex-Mex; también recolectaron pares de guantes para manipular alimentos de tres de estos restaurantes.

En total, el 81% de los alimentos contenían di-n-butil ftalato (DnBP), mientras que el 70% también contenía di (2-etilhexilo) ftalato (DEHP), ambos posibles contribuyentes a problemas de fertilidad.

Aproximadamente el 89% de los alimentos contenían algo de di (2-etilhexilo) tereftalato (DEHT), un plastificante sin ftalatos. Los productos cárnicos, incluidas las hamburguesas con queso y los burritos de pollo, generalmente tenían los niveles más altos de cualquiera de estos productos químicos.

Los resultados de este estudio fueron publicados el martes en la revista Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology.

"Descubrimos que los ftalatos y otros plastificantes están muy extendidos en los alimentos preparados de las cadenas de comida rápida de Estados Unidos, un hallazgo que significa que muchos consumidores están recibiendo una parte de productos químicos potencialmente nocivos con su comida", señaló la autora principal Lariah Edwards, científica postdoctoral en George Washington, en un comunicado compartido por Gizmodo.

Y añadió: "Se necesitan regulaciones más estrictas para ayudar a mantener estos químicos dañinos fuera del suministro de alimentos".

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