Estados Unidos se prepara a vivir el próximo 21 de agosto un eclipse total de Sol de una costa a la otra, un evento que no ocurría desde 1918, que verán millones de personas y que movilizará a científicos y autoridades federales.

Un eclipse solar total sobre una parte más limitada del país se produjo en 1979.

El lunes 21 de agosto la Luna pasará entre el Sol y la Tierra y producirá una sombra de cerca de 110 km de ancho que se desplazará desde Oregon, en el extremo noroeste del país, a media mañana, hasta Carolina del Sur, en el otro extremo, por la tarde, atravesando en total 14 estados en casi dos horas.

Los observadores quedarán en plena oscuridad a mitad del día durante más de dos minutos y podrán ver las estrellas y planetas en el cielo, así como la corona del Sol, normalmente invisible.

Unos 12 millones de estadounidenses viven en el espacio que quedará a la sombra de la luna en pleno día, y probablemente se sumarán millones más que desean admirar el espectáculo.

Se estima que dos tercios de la población del país viven a un día de carretera de este corredor donde el eclipse solar será total, indicó el miércoles Martin Knopp, un funcionario del Departamento de Transporte.

El resto de Estados Unidos presenciará un eclipse solar parcial, explica el astrónomo Rick Fienberg, portavoz de la American Astronomical Society (AAS).

"Gran eclipse estadounidense"

Pero para él no hay nada como la experiencia de presenciar un eclipse solar total, un acontecimiento excepcional. "No ver nunca un eclipse total de sol es como vivir toda una vida sin enamorarse", dice este científico, que ya ha visto 12 eclipses.

Estados Unidos será el único país en el que será visible el eclipse el 21 de agosto, lo que llevó a los científicos a referirse al "Gran Eclipse estadounidense", subraya Mike Kentrianakis, uno de los miembros de la AAS que organiza la cobertura del evento cósmico para la asociación.

Tanto los espectadores de todo el mundo como los científicos tendrán acceso a muchas imágenes tomadas antes, durante y después del eclipse por 11 aviones -incluyendo al menos tres de la NASA-, más de 50 globos estratosféricos, satélites e incluso por los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), lo que ofrecerá numerosos ángulos.

La NASA también utilizará su sonda Lunar Reconnaissance Orbiter, que será orientada hacia la Tierra para seguir la sombra.

La televisión de la NASA transmitirá en directo las imágenes del eclipse, así como las diferentes actividades en parques nacionales, bibliotecas, estadios, museos y actividades relacionadas con el eclipse.

"Nunca antes un evento celeste ha sido visto por tanta gente y observado desde tal cantidad de lugares, desde el espacio, desde el cielo y desde la Tierra", señaló Thomas Zurbuchen, director de misiones científicas de la NASA.

Dos millones de pares de lentes

Muchos científicos quieren aprovechar esta oportunidad para realizar observaciones del Sol y del impacto de la sombra de la Luna sobre el clima terrestre.

Los astrónomos advierten, sin embargo, contra el peligro para los ojos de mirar el Sol sin lentes especiales durante el eclipse parcial.

Más de dos millones de pares de gafas "especiales para eclipse" se distribuyen gratuitamente en las bibliotecas públicas de Estados Unidos.

Otro eclipse de Sol total ocurrirá el 8 de abril de 2024 desde Texas hasta Maine, y el siguiente de una costa a costa, desde California hasta Florida, el 12 de agosto de 2045.

Por razones de mecánica celeste, los eclipses de Luna y de Sol se producen siguiendo un ciclo de 18 años y 11 días, un fenómeno ya conocido en la antigüedad.

Anualmente hay de cuatro a siete eclipses de Sol y de Luna, de ellos al menos dos solares y dos lunares.

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