El 31 de agosto de 1997, Diana de Gales murió en un accidente automovilístico en París, en compañía de su pareja de entonces, el heredero playboy Dodi Al Fayed. Sus restos descansan en una finca familiar, Althorp, específicamente en una pequeña isla de la propiedad, en el llamado Lago Oval. En 2014, el que fuera cocinero de la princesa denunció que el mausoleo estaba muy descuidado, con la zona tomada por la vegetación.
Y ahora, Charles Spencer (Conde Spencer), hermano de Diana, parece haber reaccionado y anuncia una restauración millonaria, que concluirá el próximo año, a la espera de la conmemoración de los 20 años de la muerte de la ex integrante de la realeza de Inglaterra.
Althorp es visitable en julio y agosto, previo pago de 23 euros, pero no se deja acceder a la zona del mausoleo, en donde se preservan algunos recuerdos de Diana, entre ellos el vestido de novia que lució en su boda con el Príncipe Carlos.
Las labores de rehabilitación de la zona serán supervisadas por Lady Karen, la tercera esposa del conde, y con motivo de las obras se recuperarán los extraordinarios jardines, que salieron de la mano de André Le Nôtre, el jardinero de Luis XIV que estuvo tras las maravillas de Versalles.
Cabe destacar que 18 generaciones de los Spencer han pasado por los muros del palacio de Althorp, que data en origen de 1508. Está situado a un centenar de kilómetros al Noroeste de Londres y cuenta con 5.200 hectáreas. Se trata de un lugar lleno de encanto umbrío, que ahora parece que Charles Spencer va a rentabilizar como una suerte de santuario en recuerdo de Lady Di.