El segundo semestre de 1997, Canal 13 emitió la teleserie "Playa salvaje", centrada en un grupo de surfistas y la cual batió todos los récords de sintonía hasta ese entonces, logrando 32,7 puntos de rating promedio y convirtiéndose en la teleserie más vista de la TV chiilena en la década del noventa.
Hoy, 19 de diciembre, la telenovela dirigida por Óscar Rodríguez cumple 18 años desde la emisión de su capítulo final, y Pablo Illanes, su creador y guionista, desclasifica a T13.cl detalles desconocidos de la trama que revolucionó a la pantalla chica criolla en la segunda mitad de la década del noventa.
Y en medio de su proceso de creación, Illanes cuenta que "después de ´Adrenalina´ me fui por primera vez a Nueva York. Allá vi el final en VHS, que me los mandaban desde Chile, y al mismo tiempo empecé a inventar la nueva historia. Estuve como dos meses en pleno invierno neoyorquino trabajando, y cuando tuve que mandar el proyecto, la única forma era a través de fax, que yo no tenía".
¿Y cómo lo hizo? El también creador de "Fuera de control" detalla que "esa primera biblia de ´Playa salvaje´ fue enviada desde el fax de un chileno que vivía a pocas cuadras del departamento que había arrendado. El chileno era Jorge González, de Los Prisioneros".
Sobre su vínculo con el destacado cantante, el guionista dice que "nos hicimos amigos a través de la pintora Marcela Trujillo, que también vivía en Nueva York en esa fecha. No creo que él lo recuerde, pero definitivamente fue clave, porque lo molesté varias veces más durante ese tiempo para usar su fax".
Trabajar con el ídolo desde la infancia
¿Que cosas cambiaron del guión original al que vimos en pantalla? Pablo contesta que "poco. No había demasiado tiempo para cambiar cosas. Para mí era muy importante ese proyecto porque fue la primera vez que trabajé con Óscar Rodríguez. Imagínate, el director de ´Los títeres´ iba a dirigir ¡mi segunda teleserie! Me acuerdo que estaba en llamas porque ya lo había conocido brevemente, mientras escribía ´Adrenalina´, pero trabajar con él era otra cosa... y el resultado fue extraordinario".
Es así como declara que "Óscar es un director muy sensible, tremendamente respetuoso del autor, muy empático y con un sentido del humor bastante particular. Nos llevamos bien de inmediato, además enganchamos porque a él le gustaba mucho trabajar con actrices ´senior´ y yo me acordaba de todas las escenas que había dirigido con ellas en los ochenta".
Personajes favoritos
Illanes confiesa que las historias adultas de la teleserie fueron creciendo. Recordados, por ejemplo, son los roles de la villana a cargo de Ana María Martínez, "Gabriela"; el temido padre de ésta, en manos de Walter Kliche; la líder de la familia los "Cárcamo", "Quena Negrete", caracterizada por María Izquierdo; y el viejo hombre de mar, "El loco Arturo" (Jorge Yáñez).
Eso sí, el autor de "Playa salvaje" tiene claro cuál era su rol favorito de la historia: "´Luna´, el personaje de Lucy Salgado. Simplemente porque era la mejor actriz del universo".
El gran enojo de Francisca Merino
En relación a temas tras bambalinas de "Playa salvaje", Pablo Illanes rememora que "era muy difícil grabar las escenas de surf y también fue complicado hacer regresar a todo el mundo a Santiago, con otras casas y volviendo a sus propias rutinas".
Cabe recordar que la telenovela incluía locaciones en Iquique, sobre lo que el guionista comenta que "me acuerdo que hubo tres viajes largos, que yo fui a todos y que nos hicimos muy amigos con Amaya Forch y Nicolás Allende".
Y hay más, porque la mano que creaba la historia de los personajes revela que "había batallas campales entre la Pancha Merino y la Cata Pulido, porque la Pancha venía de ´Adrenalina´ y no era la protagonista, la protagonista era ´Javiera´ (el rol de Catalina Pulido)", agregando que "ella (Merino) odiaba su personaje, que estaba inspirado en Carrie, y no me dirigió la palabra durante todo ese año".
Temas tecnológicos e inspiración de Augusto Pinochet
En esta teleserie, además, empezaron a tratarse los temas cibernéticos, había un cibercafé, y destacaba una trama (con la familia "Ossandón") que tenía detrás el mundo de la genética, el Proyecto G, en torno a lo que su autor manifiesta que "desde el comienzo quería indagar en las posibilidades del thriller, en este caso relacionado con un abuso cometido por esta familia a través de un proyecto que tuvo consecuencias nefastas, el Proyecto G. Y era un tiempo donde la tecnología era tema obligado, con internet muy limitado y estos cibercafés de lujo que se suponía iban a ser el negocio del siglo".
Para los que no lo recuerdan, el Proyecto G, como señala Pablo, "era un proyecto secreto que revolucionaba la genética a nivel mundial. El viejo "Ossandón" (Walter Kliche), que estaba inspirado en (Augusto) Pinochet, era uno de los inversionistas de esta idea que había sido sepultada hace años por un error de cálculo. Sólo el hijo pródigo de ´Edmundo´, el viejo, que lo hacía Álex Zisis, sabía la verdad".
¿Otro posible final?
Y así como la teleserie sorprendió durante toda su trama, manteniendo al público cautivo, en su desenlace también hizo lo mismo, dejando sola a la protagonista, el personaje de Catalina Pulido.
Acerca de esto, Illanes comparte que "barajamos varios finales y a Óscar siempre le gustó la idea de un final realista. El romance entre ´Javiera´ y ´Emilio´ (Juan Pablo Sáez) había sido una pasión de verano y, como tal, estaba condenada a acabarse. Y el conflicto con ´Mariano´ (Cristián Campos) y ´Deborah´ (Alejandra Herrera) también funcionó dentro de ese mismo contexto". Estos últimos se quedaron juntos.
