El 30 de noviembre de 2013 murió Paul Walker tras sufrir un accidente automovilístico, y si bien se señaló que el actor había muerto debido al gran impacto que tuvo el auto en que viajaba, ahora el abogado Craig McClellan dio a conocer nuevos detalles que cambian lo que se conocía sobre el deceso del rostro de la saga "Rápido y furioso".
Es que McClellan reveló que la ex figura de Hollywood murió quemada en el Porsche Carrera GT rojo en el que iba.
Sucede que Walker quedó atrapado entre el tanque de gasolina y el motor del auto, y debido a sus diversas fracturas, no pudo salir de ahí. De esta manera es como ahora se sabe que el intérprete de grandes roles del cine aún respiraba cuando el vehículo se empezó a incendiar, provocando que él terminara calcinado.
"Estaba respirando y no fue capaz de salir porque estaba atado y atrapado", puntualizó el abogado de Paul.
Todos estos datos surgieron luego de conocerse un informe médico de la autopsia del actor, donde se indicó que la traquea de él se encontraba con hollín. Eso evidenció que falleció calcinado.