La cantante y actriz Demi Lovato, quien fue internada este martes en una clínica de Los Angeles debido a una aparente sobredosis de una sustancia que no ha sido determinada, tiene un historial de problemas de adicciones a la cocaína y Oxycontin en el pasado.
Por ese motivo, en 2013 fue una de las primeras en reaccionar a la muerte de Cory Monteith, actor conocido por su rol de protagonista en la serie Glee.
Monteith falleció en julio de ese año debido a una sobredosis de heroína y alcohol en un hotel de Vancouver. La cantante fue consultada sobre el hecho en una entrevista con revista People.
Lovato aseguró que "una recaída es todo lo que se necesita para morir. Eso da mucho miedo, pero tengo esperanzas de que la gente, (a partir de la muerte de Monteith ) se de cuenta de que esta enfermedad es muy, muy, muy peligrosa".
En ese tiempo, Lovato aseguró que no podía llevar la misma vida que sus amigos. "Ellos pueden cumplir 21 y tener un cumpleaños. Yo no creo que pueda ir a esos cumpleaños. No voy a clubs, sé que es algo que no puedo hacer sin sentir los impulsos. Y está bien que sea así".
En uno de los pocos reportes sobre el estado actual de Demi Lovato, el grupo cercano a ella agradeció el amor recibido fente a la situación y aseguraron que se encuentra "despierta y hablando".
