La fama, el acoso de la prensa y los rumores, son cosas con las que Kim Kardashian debe lidiar diariamente. Sin embargo, algo con lo que también tiene que luchar la empresaria es con mantener una buena apariencia.

Y dentro de este cuidado constante, la piel y sobre el rostro, es algo que la esposa de Kanye West le da una gran importancia. Se podría pensar que Kim gasta una cantidad de dinero considerable en productos para evitar las arrugas, sobre todos las líneas de expresión, pero no.

Durante una masterclass en Los Ángeles realizada el sábado pasado, una fan le preguntó a la socialité su secreto para suavizar la piel y no tener líneas de expresión marcadas. Ante esto, la estrella de reality le contestó  "no sonrías", consignó People.

Pero hay otra razón, mucho más de peso. Todo proviene de su primer embarazo cuando estaba esperando a North West.

En una entrevista a C Magazine explicó estar dolida por el modo en que la prensa habló de su aumento de peso porque padecía preeclampsia. Esta dolencia se da en mujeres embarazadas y se caracteriza por hipertensión arterial, pérdida de proteínas a través de la orina y aumento de peso.

"No creo que ahora vaya a tener preeclampsia de nuevo", dijo Kim K. "La otra vez ésta contribuyó no sólo al aumento de peso, sino a una hinchazón general de la que todo el mundo se burlaba sin saber de dónde venía. ¡Fue lo peor! No podía evitarlo y todo el mundo decía 'No puede parar de comer'".

Sobre este mismo tema agregó: "Antes siempre estaba sonriendo, pero después de tener a North, pensé 'Estas son las mismas personas que se han reído a mi costa, escribiendo historias horribles, llamándome gorda por algo que no podía controlar'", aseguró. Así que tomó una decisión: "No quiero sonreír para ellos".

 

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