Cuando faltan pocos días para que una esperada serie de televisión sobre el asesinato de Gianni Versace llegue a la pantalla chica, un personaje clave dijo que no la verá: la hermana del diseñador de moda, Donatella.

La directora artística y vicepresidenta del grupo de moda con sede en Milán, Donatella Versace, dijo en una entrevista publicada por el diario italiano La Repubblica que la serie y el libro en que se basa solo contienen chismes y contradicciones.

"No he visto (la serie) ni la voy a ver, porque después de todo este tiempo todavía me duele ver a Gianni representado de manera falsa", dijo Donatella al periódico.

La serie de nueve episodios "El asesinato de Gianni Versace: American Crime Story" está protagonizada por Edgar Ramirez como Gianni, la actriz española Penélope Cruz como Donatella y el cantante puertorriqueño Ricky Martin como el novio de Gianni.

El actor de la antigua serie Glee, Darren Criss, interpreta al asesino en serie Andrew Cunanan

La serie, producida por 21st Century Fox, se inspira en el libro de 1999 de Maureen Orth "Vulgar Favors" (Favores vulgares) y se emitirá el 17 de enero en Estados Unidos

En un comunicado enviado por la compañía, la familia de Versace dijo que "en el intento de crear una historia sensacional, (el drama televisivo) presenta chismes llenos de contradicciones".

"Nos entristece (a nosotros) ver que, entre todos los posibles retratos de la vida y la historia (de Gianni), los productores optaron por presentar la versión falsa y distorsionada creada por Maureen Orth", agregó el texto.

La declaración señaló que el libro de Orth está lleno de especulaciones, y que su autora nunca buscó  información directamente con la familia y que no tenía el conocimiento para contar la historia, incluidas las suposiciones sobre las condiciones médicas de Gianni.

Donatella también dijo en la entrevista que entre los errores del libro está la afirmación de que Gianni habría estado debilitado en el momento de su asesinato porque tenía Sida.

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La familia se distanció de la serie el lunes, diciendo que no la había autorizado y que no estaba involucrada en su producción. El martes, el productor Ryan Murphy defendió el programa, diciendo que la familia ha sido tratada con respeto.

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