En una hacienda ubicada en las afueras de Ciudad de México, Verónica Castro contó a T13.cl durante el rodaje de “La casa de las flores” que la serie de Netflix había sido desafiante, que cuando leyó las primeras escenas, “estaba infartada”.
Siempre chispeante, la actriz contó que lo primero que se le vino a la cabeza cuando conoció el proyecto fue su trayectoria pasada: "Siempre he dado buenos ejemplos en la televisión y acá bueno, sí doy buenos ejemplos pero a veces no tan buenos”. Es que su personaje, Virginia de la Mora, está desbordada por la realidad y ya desde el primer capítulo parece haberse desmoronado la familia arquetípica que le tomó años construir. En ese punto, a la actriz se le hace inevitable mencionar la relación que tiene con su hijo, el cantante Cristian Castro.
“Yo eduqué bien a Cristian, pero me salió desobediente. Hace lo que se le da la gana, la riega a cada rato. No firmes y va y firma”, dijo antes de una gran carcajada en agosto de 2017, cuando se realizó la entrevista. Por esos días, Verónica Castro estaba filmando la serie mientras el intérprete de “Lloran las rosas” todavía hacía noticia por su divorcio tras estar sólo 28 días casado con violinista Carol Victoria Urbán.
Volviendo a la serie, ella considera que ese tipo de actitudes es normal, que como madre, “tapas todo lo mal que puede llegar a hacer tu hijo o tu marido o tu familia que está bien pegada ti. Quieres cubrirlos como en una burbuja”.
Por eso es importante el quiebre, añade, porque en el pasado “siempre me han visto en una recta, en un determinado papel de mujer. (En "La casa de las flores") Le hago de todo, soy tapadera de todo, soy una puerca también porque hago mis cochinadas. Es un desastre real que perfectamente pasa en una familia, obviamente lo escondemos hasta lo que más podemos porque si no cómo le haces”.
Luego termina con la siguiente reflexión sobre guardar las apariencias: “Es como si dijera yo, "mi hijo, la regó"... no puedes, y dices 'está feliz hombre, déjenlo que la riegue pero por dentro digo Dios mío'".