Emotivo y lleno de momentos especiales. El tenor José Carreras se presentó en Buenos Aires este martes y los medios transandinos definieron de esa forma a la nostalgia inmediata de haber visto bajar por última vez de uno de sus escenarios al compañero de Luciano Pavarotti y Plácido Domingo en Los Tres Tenores.
En abril de 2016, el nacido en Barcelona anunció la realización de su gira del adiós, que tendrá un paso por Chile este domingo 11 de junio en Movistar Arena. Un espectáculo de carácter nostálgico, pero que también cuenta con un capítulo inédito. "Se compone de canciones, ópera, opereta, incluso tango, todo lo que hice en mi larga carrera. Y por primera vez presentaré un medley compuesto por melodías bien conocidas en un programa en solitario", dice el intérprete.
—¿Qué cosas lo completan fuera de la profesión?
"La alegría que siento cuando estoy junto con mis dulces cinco nietos".
—Brilló en los más prestigiosos teatros del mundo como la Scala de Milán, New York Metropolitan House, Staatsoper de Viena y el London Royal Opera House. ¿Qué ciudad lo deslumbró más y a dónde regresaría?
"¡A todos ellos! (ríe). Si tengo que escoger dos, diría Scala de Milano y Staatsoper de Viena".
—¿En qué etapa de su vida lo encuentra su despedida de los escenarios?
"En diciembre cumplí 70 años. Por lo tanto, está claro que no me queda tanto tiempo como cantante. Esta es la razón por la que estoy haciendo el programa 'A Life in Music'. Me encantaría volver una vez más a todos los lugares en los que he estado en mi carrera, pero ya que esto no es posible, estoy muy feliz de ir a lugares de los que tengo un gran recuerdo".
—¿Imagina la vida sin música?
"Honestamente todavía no imagino la vida sin música, aún tengo que pensarlo más y más. Será duro, la música y el canto son mi vida".
—En 1987 su carrera se vio interrumpida tras el duro diagnóstico de una leucemia linfoblástica. ¿Qué enseñanza le dejó atravesar esa situación límite?
"Confié en las habilidades de los médicos y siempre creí que habrá luz al final del túnel —y muchas veces durante los tratamientos escuchaba los conciertos de piano de Rachmaninoff. ¡La música puede tener un efecto curativo!—".
—¿La muerte es algo que lo desvela?
"Desafortunadamente a todos los seres humanos".
—A fines del año pasado cumplió los 70. ¿Qué deseos pidió?
"Que me mantenga saludable y que pueda tener más años con mi familia".
—¿Qué conserva usted de aquel niño que cantaba en la peluquería de su madre y que a los 7 años ingresó en el Conservatorio para estudiar solfeo, piano y canto?
"No sé exactamente qué me atrajo, pero siempre me gustaron las arias de ópera y los tenores. Y, por favor, no pienses que soy arrogante: pienso que nací para cantar. ¡El canto es mi vida!".
—¿Cómo transita la vejez?
"Me siento bien y estoy orgulloso de tener el pelo blanco. Y me llamo a mí mismo una persona muy afortunada al ser capaz todavía de hacer lo que más amo: el canto".
—¿La vida le dio todo lo que quiso?
"Cometí algunos errores, pero creo que la vida fue buena para mí".