AFP
El galardón llega tras la cuarta nominación a los Óscar y la primera como guionista, tras ser candidato tres veces a mejor director por "Una habitación con vistas" (1987), "Regreso a Howards End" (1992) y "Lo que queda de día" (1994).
"Seamos heterosexuales o gay o algún lugar en el medio, todos hemos pasado por el primer amor, espero, y salimos casi intactos", dijo Ivory al recibir el premio, y agradecer en primer lugar al autor de la historia que inspiró el filme, presente en el teatro Dolby.
Esto le ha valido una catarata de premios, entre ellos el León de Oro de la Mostra de Venecia por "Maurice" (1987), una de las primeras películas del actor británico Hugh Grant.
Muchas cintas de Ivory tienen a India como telón de fondo, una fascinación que comenzó cuando a los 23 años vio "El río"(1951), del francés Jean Renoir, y que le sirvió para tratar uno de sus temas predilectos: la confrontación de las sociedades orientales y occidentales.
Nacido el 7 de junio de 1928 en Berkeley, cerca de San Francisco, Ivory creció en Klamath Falls, en el vecino estado de Oregón, donde soñó primero con hacer decorados para cine, por lo que estudió arquitectura y bellas artes.
Luego de un viaje a Europa entró en la Universidad del Sur de California, donde se graduó en cine en 1957, tras rodar un documental sobre los pintores venecianos que llamó la atención del New York Times.
Dos años después, la proyección en Nueva York de su documental "La espada y la flauta", sobre miniaturas indias, le permitió conseguir una beca para rodar una película sobre la ciudad de Delhi y cambió su destino.
Allí conoció a Ismail Merchant, un indoestadounidense, que se convirtió en su pareja en el cine y en la vida hasta su muerte en 2005.
Al frente de su compañía The Merchant Ivory Productions, y con su guionista habitual, la novelista británica Ruth Prawer Jhabvala, hicieron más de 40 películas.
A ambos agradeció el domingo al recoger su estatuilla dorada: "No estaría parado aquí sin la ayuda inspirada que recibí de los compañeros de mi vida que se han ido".
Sus primeras películas -"El casero" (1963), adaptado de una novela de Prawer Jhabvala, "Shakespeare Wallah" (1965); "El gurú" (1969); entre otras- fueron rodadas "en India y en inglés para un público occidental, lo que nadie había hecho antes", recordó Ivory en una entrevista para The Oregonian en 2014.
Las costumbres de la burguesía
Ivory se dedicó luego a adaptar al cine importantes obras de la literatura anglosajona, destacándose por sus versiones de "Los europeos" (1979) y "Las bostonianas" (1984) de Henry James.
También llevó a la pantalla grande la novela de Edward Morgan Forster "Una habitación con vistas", un retrato de los sentimientos enfrentados a la rigidez de los códigos de la sociedad eduardiana, que ganó tres Óscar en 1986.
Un año después rodó "Maurice", otra adaptación de una obra de Forster, sobre dos adolescentes atormentadas por su atracción mutua en la Inglaterra eduardiana.
En 1992, "Regreso a Howards End", también de Forster, se alzó con tres premios Óscar con su despiadada descripción de las costumbres de la burguesía londinense a principios del siglo XX.
Ivory volvió a tener éxito un año después con "Lo que queda de día", su adaptación de la novela homónima del británico Kazuo Ishiguro -premio Nobel de Literatura en 2017-, en la que los personajes, prisioneros de las convenciones, desaprovechan su vida y eligen el lado malo de la historia antes de la Segunda Guerra Mundial.
En 1994, Ivory y Merchant se instalaron en París, donde comenzaron su periodo francés, menos prolífico, con películas como "Jefferson en París" y "Sobrevivir a Picasso", con Anthony Hopkins.
Criticado a veces por su interpretación muy literal de las obras que adapta, el cineasta defendió su forma de trabajar en una entrevista para la revista Interview en 2017.
"¿Por qué elegir a un autor y su historia si uno no tiene intención de contar esa historia ni preservar su estilo? Hay que hacerlo".