"¿¡No somos buenos actores!?".
El año pasado, bien entrado el mes de enero y a través de su cuenta de Instagram, el cineasta estadounidense Spike Lee criticó a la Academia debido a que los 20 actores nominados al Oscar 2016 —principales y secundarios— eran blancos y anunció que boicotearía la anterior ceremonia de premios. Una instancia que este año vuelve a tomar un color político debido a las medidas migratorias adoptadas por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El llamado "veto migratorio musulmán" tocó directamente al evento más importante de la industria cinematográfica, debido a que la prohibición temporal de ingreso de todos los iraníes al país —exceptuando a quienes tienen determinados pasaportes diplomáticos— hizo que el director nominado Asghar Farhadi se quedase sin la opción de asistir al Dolby Theatre de Hollywood.
El cineasta, que este año compite con "El viajante" como la Mejor Película Extranjera, ya había alcanzado la gloria ganando la estatuilla dorada en la misma categoría en 2012 (con "Nader y Simin, una separación").
Eso sí, incluso en el caso de que se hiciera una excepción para su ingreso a territorio estadounidense, Farhadi declaró que de todas formas no asistiría.
"Humillar a una nación con el pretexto de proteger la seguridad de otra no es un fenómeno nuevo en la historia y siempre ha sentado las bases para la creación de una división y enemistad futuras. Expreso mi condena de las condiciones injustas impuestas a algunos de mis compatriotas y a los ciudadanos de los otros seis países que intentan ingresar legalmente en los Estados Unidos de América, y esperan que la situación actual no dé lugar a más división entre las naciones", escribió el director en una carta publicada por The New York Times.
Y el realizador no está solo en su cruzada. La estrella de su filme, Taraneh Alidoosti, aseguró que tampoco asistirá a la ceremonia de premios: "La prohibición de visado de Trump a los iraníes es racista. Tanto si incluye un evento cultural como si no, no asistiré en señal de protesta".
Pero no solo han sido los extranjeros ligados al cine quienes han puesto cara a las políticas del Presidente. Más recientemente, durante el recibimiento de un Gloro de Oro honorífico, la actriz Meryl Streep también tuvo palabras para Donald Trump.
"Hollywood está lleno de extranjeros y foráneos, y si nos quieren echar a todos se van a quedar sin nada que ver más que futbol y artes marciales mixtas que no son las artes… Me dieron tres segundos para decir esto…", dijo la ganadora de dos premios de la Academia.
¿La respuesta del jefe de estado? "Meryl Streep, una de las actrices más sobrevaloradas de Hollywood. Ella es una lacaya de Hillary (Clinton) que perdió en grande".
Por hechos como estos se espera que la ceremonia número 89 de los premios Oscar sea caracterizada por discursos que contradigan las políticas del sucesor de Barack Obama. Aunque esta proyección queda en entredicho luego de que en la pasada entrega del Grammy los speech de los artistas hayan sido bastante tibios.