Kim Kardashian, quien ya cuenta con dos hijos en su familia, ha confirmado que tiene planes para concebir un tercer embarazo. Sin embargo, la celebridad reveló que esto no será del todo fácil, debido a una lamentable noticia que recibió por parte de su médico, quien le advirtió que en el caso de tener un nuevo parto su vida correría un gran peligro.
La socialité confirmó la información durante el último capítulo del reality "Keeping Up With the Kardashians", donde explicó que su situación se debe a las dificultades que ya vivió al dar a luz a North y Saint West en los que tuvo un desprendimiento de placenta, un tipo de complicación que podría agravarse en el caso de un tercer embarazo y que incluso podría terminar en un peligroso desangramiento.
"Nunca sabes si podrías tener el mismo tipo de problema y que pudiera ser más serio esta vez", dijo su médico Dr. Crane. Durante el programa. "Siempre estás tomando un poco de riesgo. Hay situaciones donde la placenta retenida es una cuestión de vida o muerte", agregó.
La esposa de Kanye West no se conformó solo con esta opinión médica, sino que visitó a varios especialistas, pero todos le dijeron lo mismo. Ante esta situación la socialité confesó que está barajando la posibilidad de solicitar un vientre de alquiler para tener un nuevo hijo, sin embargo declaró que teme a la posibilidad de que esta técnica afecte su vínculo emocional con el bebé.
“Creo que mi mayor miedo es que si acudo a una sustituta, simplemente no sé, ¿amaré al bebé igual? Eso es en lo que más pienso y me asusta”, confesó.
Para calmar su temor, Kim se reunió con una madre que vivió el mismo proceso del vientre de alquiler, quien le afirmó que su experiencia nunca afectó el cariño por sus hijos. Sin embargo, la protagonista del reality aún no está segura de aceptar esta opción.
"No sé si esto es para mí. De verdad no lo sé", declaró en el capítulo.