Las entrellas invitadas a los Grammy 2018 se unieron al movimiento #Metoo con un código de vestimenta concreto: una rosa blanca de accesorio.
El mundo de la música se unió a la iniciativa al igual que otros artistas, que ya han caminado por la alfombra roja con el prendedor o parche con la leyenda "Time's up".
Aunque la industria de la música no se ha visto estremecida por los escándalos sexuales al nivel de Hollywood —porque Kesha o Taylor Swift han debido pasar por procesos legales al respecto—, sí ha decido solidarizar con los movimientos que ofrecen apoyo legal a las mujeres que han denunciado acosos y abusos sexuales y de poder.
La idea fue propuesta por 15 ejecutivos de la industria musical estadounidense, liderados por Meg Harkins, vicepresidenta senior de mercadeo de Roc Nation y Karen Rait, directora de promoción rítmica de Interscope Geffen A&M Records.
A través de una carta expresaron que: "Elegimos una rosa blanca porque históricamente representa la esperanza, la paz, la simpatía y la resistencia".
Además de Dua Lipa aristas como Lady Gaga, Kelly Clarkson, Halsey, Rhapsody, Cyndi Lauper, James Corden y Tom Morello, llevaran el prendedor.