En 1991, en el Palacio de Kensington, Diana, la Princesa de Gales, realizó una serie de entrevistas secretas, las cuales fueron grabadas con su permiso por un amigo íntimo en representación del periodista Andrew Morton. Todo ello para dar vida a un libro que este último lanzaría en 1992, aunque, en ese momento, no se reveló que era la propia Lady Di la que estaba detrás de la información que se estaba dando a conocer de ella.

Solo en 1997, después de su muerte, se hizo público que fue la propia princesa la que habló secretamente para este libro. Y ahora, a 20 años de su deceso, National Geographic está estrenando un documental con los audios de estas entrevistas, llamado "Diana en primera persona".

Este domingo, NatGeo presentó el material que llamó la atención por la gran sinceridad de Diana Spencer, quien partió narrando que durante su infancia había sido infeliz por los problemas de sus padres... aunque la etapa más difícil de su vida sería la vivida entre 1981 y 1992, el tiempo en que estuvo casada con el Príncipe Carlos de Inglaterra.

Es que lo que comenzó siendo un cuento de hadas, terminó convertido en una pesadilla.

Con 19 años de edad, una joven maestra se casaba con el soltero más cotizado de Inglaterra, quien tenía 32 años en ese entonces. Pero antes ya de ser marido y mujer, Diana se llevaba su primera gran desilusión, al escuchar una conversación entre Carlos y Camila Parker-Bowles, en donde él le juraba amor eterno. Desde ahí en adelante supo que su matrimonio sería entre tres personas y, además, comenzaría su calvario como Princesa de Gales

La noche antes de la boda real, Diana recordó que el policía que estaba a cargo de cuidarla, le dijo "disfrute su última noche de libertad".

Según palabras de la propia princesa, desde el comienzo su matrimonio solo era feliz ante los medios y en los diferentes actos públicos con los que debían cumplir, pero que en el interior del palacio, Carlos hacía su vida y ella le era "indeferente". Ni siquiera le importaban los problemas de bulimia que ella padecía, su cuadro de depresión y sus intentos de suicidio.

En estas entrevistas grabadas, se revela, por ejemplo, que Diana intentó terminar con su existencia varias veces. Una de ellas fue lanzándose por las escaleras cuando estaba embarazada de su primer hijo, Guillermo. "Yo me lancé por las escaleras", confiesa la protagonista de la historia, quien deseaba llamar la atención de su marido. Sin embargo, no hubo caso, él tampoco se preocupó de este incidente.

Años después, Diana también se cortó su cuerpo con una navaja. Pero, una vez más, lo único que obtenía de Carlos era la indiferencia. Una de las pocas veces en que él la tomó en cuenta fue para retarla, cuando a mediados de los años ochenta, ella, producto de su bulimia, se desmayó en un acto público. Él la recriminó y le enrostró que cómo no había sido posible que esperara otro lugar para perder el conocimiento.

Y los malos tratos hacia la joven princesa no eran solamente de su esposo, sino que también de la corona en general. De acuerdo a sus palabras, no la tomaban en cuenta en ninguna decisión. Dentro de sus peores días al respecto, Diana recordó la jornada de bautizo de Guillermo, cuando solo tenía 6 semanas de vida. Ella no quería bautizarlo aún, por lo que pequeño que era, pero no fue escuchada y la corona ese día dejó a la princesa en un segundo lugar y fue totalmente ignorada.

Así es como los días de la ex maestra se hacían cada vez más tristes y solitarios. Un hecho que también recuerda ella en estas entrevistas fue cuando siete años después de casados, enfrentó a Camila Parker-Bowles y le dio a conocer que sabía de la especial "amistad" que mantenía con su marido. Ante esto, Diana rememoró que la amante de su esposo le contestó que ella debía estar agradecida del hombre que tenía a su lado y de los hijos que él le había dado, lo cual ella no tenía.

De esta manera, la vida de la Princesa de Gales no tenía ningún respiro, hasta que en 1992, finalmente, se separó de Carlos, partiendo una nueva etapa, la cual, eso sí, el destino no quiso que fuera muy larga, muriendo el 31 de agosto de 1997 en un accidente automovilístico en París.

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