Ashton Kutcher tuvo que revivir, 18 años después, un momento de su historia que marcó su vida personal. El actor estadounidense de 41 años testificó en un juicio contra Michael Gargiulo, llamado como "el destripador de Hollywood", un asesino en serie acusado de matar a, al menos, tres mujeres.
Una de las víctimas fue la bailarina y modelo Ashley Ellerin, que en el año 2001 asistiría a una fiesta con el intérprete de "That '70s Show". Sin embargo, ella nunca llegó y su cuerpo fue encontrado posteriormente en su departamento con 47 puñaladas.
Kutcher, testifo clave del caso, dijo que "llamé a la puerta y nadie respondió". Además, en su declaración tomada por la agencia AP añadió que "volví a llamar un par de veces y seguía sin obtener respuesta. Pensé que se había ido, porque yo había llegado tarde y que estaría enfadada".
De acuerdo al actor, hablaron por teléfono durante la tarde para coordinar los detalles, pero en el segundo llamado nocturno ya no obtuvo respuesta, por lo que se trasladó directo al domicilio de la joven.
Continuando con su relato, Kutcher comentó que se asomó por la ventana y vio lo que parecían grandes manchas de vino en el piso, pero no le pareció nada raro así que volvió a su hogar.
La Policía cree que en ese momento Ashley Ellerin ya estaba muerta. Su cuerpo fue encontrado por su compañera de departamento a la mañana siguiente.
"Recuerdo que después de que escuché lo que había ocurrido fui con los detectives y les dije ‘mis huellas digitales están en la puerta'. Estaba asustado", siguió el actor.
Luego del asesinato, amigos de Ellerin aseguraron que Gargiulo fue al domicilio de su víctima en más de una oportunidad sin ser invitado y vigilaba a la mujer desde su auto.
Él se declara inocente, pero se pide una condena de cadena perpetua.