El 21 de abril se cumplieron 35 años del estreno de la primera telenovela a color de la TV chilena, la cual llegó a marcar 80 puntos de rating. Emitida por Canal 13, he aquí el detrás de cámaras de la apuesta que marcó para siempre al mundo de la ficción criolla.
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La historia de una mujer acusada injustamente de un crimen que no cometió y quien debe recuperar a sus hijos luego de pasar 20 años en una cárcel, era la base de “La Madrastra”, teleserie que debutó el 21 de abril de 1981 por las pantallas de Canal 13 y con Yael Unger en el rol central.
Y como una forma de conmemorar el especial aniversario que se vivió recientemente, T13.cl recopiló importantes datos de la apuesta dramática que llegó a paralizar a Chile por completo con el enigma de “¿Quién mató a ´Patricia' ?”.
Otra protagonista originalmente
Si bien Yael Unger se convirtió en la gran heroína de las teleseries chilenas al protagonizar “La Madrastra”, en un principio ella no era la carta para interpretar a la recordada “Marcia”, tal como lo comenta el director de la apuesta, Óscar Rodríguez:“Arturo Moya Grau (guionista) tenía otra alternativa, a una actriz muy preferida de él y que ya está muerta, Anita Klesky".
A lo anterior, el realizador añade que "la verdad de las cosas es que Anita Klesky funcionaba bien en lo melodramático, sin embargo, se iba un poco al chancho. En lo poco que yo la había visto, encontraba que era una buena actriz, pero que profundizaba mucho el melodrama; decía ´buenos días´ y lloraba. Muy teatral probablemente, a pesar de que hizo bastante televisión en Protab (productora que hacía teleseries)".
Es así como Rodríguez destaca que “propusimos a Yael y Arturo entró en cólera, dijo ´a esta cabra no la conoce nadie´, y efectivamente no era muy conocida, pero yo había visto que ella hacía cosas que iban más en el estilo de lo que convenía para esto. Y después Arturo empezó a entender que la teleserie funcionaba con la Yael y le gustó finalmente”.
Escenas acortadas
ÓscarRodríguez le hacía algunos cambios a Arturo Moya Grau y uno de ellos era acortar algunas escenas, por lo extensas de éstas. De hecho, habían escenas de hasta 17 minutos. “Yo le cortaba escenas y eso para él era un pecado mortal, eran terribles las discusiones que teníamos encerrados, pero con el tiempo se empezó a dar cuenta que la cuestión funcionaba”, recuerda el director.
Locaciones fuera de Chile
"La Madrastra" no solo fue la primera telenovela a color en Chile, sino que también la primera apuesta de ficción local que incluyó locaciones en el extranjero. Es que la cárcel en la que estaba encerrada la protagonista se encontraba en Los Angeles, Estados Unidos.
"Fueron cinco días, dos viajando y tres allá, y viajamos solamente un productor y yo", declara Yael Unger, añadiendo que "el resto era un equipo de allá, maquillaje, camarógrafo y director".
La actriz cuenta que "se grabó en los pasillos de la cárcel y en la entrada de ésta, además del Paseo de la Fama y en un mall, porque mi personaje, cuando sale, se iba a comprar ropa".
Todo el elenco en todas las grabaciones
A diferencia de las teleseries actuales, en donde las escenas se graban solamente con los actores que deben estar en éstas, "La Madrastra" se trabajaba con todo el reparto reunido en sus sets.
"Estaba todo el elenco junto porque grabábamos escenas en distintos sets, pero con todos los actores, o sea, se grababa una escena e inmediatamente estaban los actores de las otras tres escenas siguientes", rememora Yael Unger, destacando que "se grababa más cronológicamente y era un trabajo más en conjunto".
La protagonista de la telenovela señala, en ese sentido, que "había una mística y una seriedad que yo no digo que ahora no exista, pero en esa época fue algo lindo".
Ensayos de los diez primeros capítulos
Unger también revela que "en el verano leímos y ensayamos los diez primeros capítulos, como en el teatro, lo cual te servía porque te empezabas a afianzar y a sentirte cómoda con el personaje".
Un incendio cambió los sets.. y hasta el vestuario
En medio de las grabaciones de la teleserie, hubo un incendio que afectó a los estudios de la apuesta de Canal 13. En ese sentido, Yael da a conocer que "se mojó el vestuario y muchos vestuarios encogieron, pero teníamos que seguir usándolos por continuidad... y nos quedaban muy apretados (ríe)".
La actriz agrega que "se tuvieron que reconstruir sets y empezamos a grabar en lugares distintos. Por ejemplo, el living de la casa principal era un living en set, pero luego se empezó a grabar en una casa real, a la vez que los otros sets se rehicieron en otra productora".
Grabación de la escena del asesino
La identidad del asesino fue algo que Arturo Moya Grau guardó hasta el último minuto. Es más, el nombre del personaje lo puso ante un notario.
Y para darle más suspenso al asunto, se grabaron distintos finales. Es así como cada uno de los posibles culpables, grabó la escena de la develación del asesino en el Hotel Carrera solo unos días antes de la emisión de ésta.
Silvia Santelices enojada
“Yo creo que la mayoría de la gente pensaba que era la Silvia Santelices, era tan o más mala que ´Estrella´ (Gloria Münchmeyer). Incluso hombres podían ser, pero a mí me parecía mucho mejor y más sorpresivo que fuera mujer y que no fuera la principal sospechosa”, recalca el director de “La Madrastra”, quien añade un dato muy especial: “el día que salía el capítulo al aire, Silvia Santelices me dice en maquillaje ´ya sé que yo soy´, y yo le dije ´lo siento Silvia, no eres tú, es la Gloria´… y le pareció pésimo, se fue enojada”.
Gloria Münchmeyer paranoica
Luego de que los televidentes supieran que la asesina de “Patricia” era “Estrella”, su intérprete, Gloria Münchmeyer, recuerda que “me empecé a sentir acosada y me fui a la casa de mi hermana para no recibir más llamados telefónicos y no quería que nadie me entrevistara. Yo estaba realmente paranoica”.
Se creía que era real
El público se tomó tan en serio la telenovela, que viajaban al pueblo de Pomaire a buscar que el "Padre Belisario" (Tennyson Ferrada) los confesara. Además, tras el final de la teleserie, el ganador de un concurso de un diario, que debía compartir una cena con la "asesina", Gloria Münchmeyer, no llegó a ésta por miedo. "Era muy especial lo que pasaba, la gente creía todo lo que le contábamos", sintetiza la mujer que dio vida a la gran villana de la trama, "Estrella".
