Científicos encontraron uno de los mayores naufragios de la historia en el fondo del Mar de Weddel, en territorio antártico chileno, luego de más de 100 años.
Se trata del Endurance, un barco de origen británico del explorador Sir Ernest Shackleton, que fue encontrado 107 años después de su hundimiento, en 1915.
Según recogió BBC, la nave fue aplastada por el hielo marino y se hundió obligando a Shackleton y su tripulación a huir a pie y en pequeñas embarcaciones.
Pasaron años y el paradero del naufragio fue todo un misterio, pero este fin de semana recién pasado se dio fin a una interrogante que se arrastró por décadas.
Falklands Maritime Heritage Trust (FMHT) había anunciado la expedición "Endurance22", con la intención de dar con la nave naufragada, la cual finalmente fue detectada a 3 kilómetros de profundidad en el Mar de Weddell, y en un casi perfecto estado.
Las maderas del Endurance estaban muy unidas y con algunas rotas.
"Sin exagerar, este es el mejor naufragio de madera que he visto en mi vida, por mucho", sostuvo el arqueólogo marino Mensun Bound, integrante de la expedición.
En esa línea, precisó que la nave "está erguida, muy orgullosa del lecho marino, intacto y en un brillante estado de conservación".
El jefe de la expedición, el geógrafo polar doctor John Shears, afirmó que "el descubrimiento de los restos del naufragio es un logro increíble".
"Hemos completado con éxito la búsqueda de naufragios más difícil del mundo, luchando contra el hielo marino en un constante cambio, ventiscas y temperaturas que bajan a -18°C. Hemos logrado lo que mucha gente dijo que era imposible", añadió.
El proyecto contempló la utilización de vehículos híbridos submarinos, entre los cuales se incluyó un rompehielos sudafricano.
El Endurance salió de aguas británicas el 8 de agosto de 1914 en dirección a una babía en el mar de Weddell, en plena Antártica. En su interior iban 28 personas, pero el barco quedó atrapado y luego fue agujereado por el hielo en el continente blanco, por lo que terminó por hundirse.
La noticia fue destacada por el Ministerio de Ciencia de Chile, aunque desde la cartera manifestaron que no tuvieron relación con el descubrimiento.