"Mereces una convulsión (epiléptica) por tus publicaciones".
Así decía el mensaje que el periodista y escritor estadounidense Kurt Eichenwald recibió en su cuenta de Twitter en la noche del jueves 15 de diciembre, acompañado de una imagen parpadeante que le provocó un ataque epiléptico.
Fue su mujer quien, poco después del episodio, explicó desde la cuenta de la red social de su marido -cuya epilepsia es públicamente conocida- lo sucedido. Y después lo hizo el propio periodista.
"Anoche, por segunda vez, un (individuo) deplorable que sabe que tengo epilepsia me envió un tuit estroboscópico... y funcionó", declaró.
Kurt Eichenwald tiene epilepsia fotosensitiva, una enfermedad en la cual los ataques son originados por estímulos visuales a través de luces intermitentes o parpadeantes.
Las luces estroboscópicas emiten destellos muy breves de forma continua y es sabido que pueden producir ataques a quienes padecen la enfermedad.
"Estamos horrorizados ante la perspectiva de que alguien pueda llegar tan lejos para causar un ataque epiléptico en otra persona", le dijo a la BBC Simon Wigglesworth, director ejecutivo adjunto de la organización británica Epilepsy Action.
"Las convulsiones no solo son angustiosas para quien las experimenta, sino que además pueden causar lesiones y, en el peor de los casos, la muerte", señaló.
Las claves de la enfermedad
- En la epilepsia fotosensitiva todos o casi todos los ataques son provocados por luces intermitentes o titilantes.
- Tanto las luces naturales como las artificiales pueden causar ataques. Algunos patrones, como las rayas o los cuadros, también pueden ser detonantes.
- Aproximadamente tres de cada 100 personas con la enfermedad tienen este tipo de epilepsia.
- Afecta a más niñas que a niños y usualmente comienza antes de los 20 años, de manera más común entre los 7 y los 19.
Fuente: Epilepsy Action
Stefano Seri, quien es profesor de neuropsicología clínica y neuropsiquiatría de desarrollo en la Universidad Aston, en Birmingham, Inglaterra, dice que para poder causarle convulsiones a Eichenwald, la imagen tuvo que haber sido cuidadosamente construida.
"Los cambios abruptos en la intensidad de la luz o la luminosidad pueden desencadenar convulsiones. El rango más sensitivo es entre 15 y 25 flashes por segundo", explicó Seri.
"Las pantallas LED modernas no provocan tantos [ataques epilépticos] como las de antes; requieren de un estímulo minuciosamente diseñado para causar una convulsión".
"La imagen necesita ocupar la mayor parte del campo visual. Hace falta estar muy enfermo para hacer algo así, pero técnicamente es posible", agregó el especialista.
No es la primera vez que Eichenwald -quien escribe para la revista Newsweek, es editor en Vanity Fair y un crítico prominente del presidente electo estadounidense Donald Trump- recibe mensajes amenazantes en internet con este tipo de contenido.
De hecho, un día antes del episodio había tenido una acalorada entrevista televisiva con Tucker Carlson, un presentador del canal Fox News, en la que discutieron sobre Trump.
Pero, en esta ocasión, el escritor ha reportado el incidente a la policía en Estados Unidos y asegura que tomará acciones legales contra la persona responsable, cuya cuenta de Twitter ya fue desactivada.
Desde Pokémon hasta las Olimpiadas
Este tipo de ataques visuales, a veces accidentales, ya ocurrieron en el pasado.
En diciembre de 1997, más de 600 niños en Japón fueron llevados al hospital después de sentirse mal por ver un capítulo en televisión de la serie de dibujos Pokémon. Algunos sufrieron convulsiones y otros, irritación en los ojos.
Las autoridades confirmaron que se enfermaron por ver a un monstruo animado con unas luces parpadeantes en sus ojos.
"Especialistas coinciden en que los cambios rápidos de luz/oscuridad y los patrones alternados de imágenes con alto contraste hacen que las células nerviosas en el cerebro disparen impulsos eléctricos con más rapidez de lo habitual", explicó la revista especializada Science Daily.
Diez años más tarde, en junio de 2007, un video promocional de los Juegos Olímpicos de 2012 fue eliminado de la página web de los organizadores por temores a que pudiera desencadenar ataques epilépticos.
Y en julio de 2015, Twitter recibió críticas por publicar dos videos publicitarios que presentaban una sucesión rápida de colores parpadeantes. Al final, la compañía los eliminó.
Cautela
Seri aconseja a quienes sufren de epilepsia que sean cautelosos a la hora de manejar material desconocido en internet.
"Deberían sentarse lo suficientemente lejos del estímulo visual para que (la imagen) no llene todo su campo visual y en una habitación suficientemente iluminada para reducir el impacto de los flashes" dice el profesor.
"En un cuarto bien iluminado, tu punto de referencia está más alto por eso los cambios son menos dramáticos. No abran elementos adjuntos de personas que no conocen", recomienda.
Eichenwald dijo que este tipo de ataques "no volverán a ocurrir de nuevo sin grandes consecuencias" y que se tomará un descanso en Twitter "por su propio bien".
"Mi esposa está aterrorizada. Y yo estoy indignado. Todo lo que publicaré en Twitter durante los próximos días serán copias de documentos sobre el litigio e informes de la policía", explicó.
"La persona responsable irá a juicio y pagará un precio. Y si alguno de ustedes vuelve a intentar algo así, me aseguraré de que les ocurre lo mismo", dijo, dirigiéndose a posibles usuarios de la red social malintencionados.
"El anonimato digital no protege a los criminales", añadió.