Una "intra-traducción", ese es el término técnico que define el trabajo realizado por el artista visual y doctor en Filosofía Pablo Chuminato con la pieza escencial de la literatura en castellano, "El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha" al abreviar y adaptar al español de América el texto.

El resultado del trabajo fue editado por Ediciones UC y ya está disponible en librerías bajo un título más familiar que el original pensado por Miguel de Cervantes en 1605. El nuevo libro simplemente se llama "El Quijote", forma en que se le llama al clásico normalmente en Chile.

Fragmento inicio del capítulo I de "El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha", 1605

Fragmento inicio del capítulo I de "El Quijote", 2017

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor". "En un lugar de la región de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho tiempo vivía un señor que tenía un caballo flaco y un perro".
 

Para conseguir la publicación de 573 páginas, Chuminato contó con el apoyo de un equipo conformado por 10 personas y la Fundación José Nuez Martín. Junto con actualizar el lenguaje utilizado en el libro excluyeron aquellos capítulos del libro que no incidían directamente en la trama y refundieron otros.

En conversación con T13.cl, Chuminato explica que el trabajo partió hace cuatro años y la idea era lograr algo que no fuera "ni un escueto resumen ni tampoco una edición crítica pensada para docentes y especialistas".

-¿Cómo nace la idea de simplificar este clásico de la literatura?

"Hace varios años que, como académico de la Facultad de Letras (UC), participo en talleres con profesores de educación media. Fue ahí donde, conversando con ellos, se hizo patente la necesidad de una versión que ayudara a acercar el Quijote al uso actual del español más llano y que resolviera la retórica propia del tiempo de Cervantes. En este sentido, los clásicos de la literatura son una puerta de entrada para motivar a los lectores, pero, dado los cambios en los hábitos y los consumos culturales, también pueden representar la receta para lapidar la pasión por leer".

Los clásicos también pueden representar la receta para lapidar la pasión por leer
Pablo Chiuminatto

Sobre las obras clásicas, agrega el académico, "no basta con decir que fueron importantes por siglos de siglos, ni que hay que leerlas porque sí. Es preciso crear los puentes para que continúen en su proyección y pertenencia con los nuevos contextos culturales".

Finalmente, el encargado de dirigir el proyecto plantea que el libro de Cervantes "ha sido traducido a más de 145 idiomas, cada una de esas traducciones, son, en el fondo, adaptaciones. Hay obras cinematográficas, ballet, opera, cómic, por qué no probar con una versión que viene a sumarse a los cientos de adaptaciones que tiene esta obra. Esta vez, en un libro".

Fragmento final de "El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha", 1605

Fragmento final de "El Quijote", 2017

"Este fin tuvo el Ingenioso Hidalgo de la Mancha, cuyo lugar no quiso poner Cide Hamete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenérsele por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero. 
 
Déjanse de poner aquí los llantos de Sancho, sobrina y ama de don Quijote, los nuevos epitafios de su sepultura, aunque Sansón Carrasco le puso éste: 
 
Yace aquí el Hidalgo fuerte 
que a tanto estremo llegó 
de valiente, que se advierte 
que la muerte no triunfó 
de su vida con su muerte. 
Tuvo a todo el mundo en poco; 
fue el espantajo y el coco 
del mundo, en tal coyuntura, 
que acreditó su ventura 
morir cuerdo y vivir loco".
"Este es el fin del ingeioso señor don Quijote de La Mancha. Sansón Carrasco escribió el siguiente epitafio: <<Aquí yace el señor fuerte que fue valiente en extremo. La prueba de su buena suerte es que murió cuerdo, pero vivió loco>>".

 

 

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