Fue en agosto de 2018 cuando entró en órbita el satélite Aeolus, primero dedicado a la observación de los vientos de la atmósfera.
El Aeolus fue construido por Airbus Defence and Space y su misión era entregar medidas directas a intervalos regulares a científicos y meteorólogos.
Sin embargo, la vida de Aeolus llegó a su fin luego que terminara su combustible y ahora se debe poner en marcha el plan retorno a casa.
Para lograr dicho objetivo, la Agencia Espacial Europea (ESA en sus siglas en inglés) informó que el Aeolus está cayendo alrededor de un kilómetro por día e intervendrán para guiar al satélite.
Tras apagarse el Aeolus por la falta de combustible comenzó su caída y las operaciones de reingreso controlado el que ha sido descrito por la agencia como "el primero de su tipo".
Se espera que la mayor parte del satélite se queme cuando alcance una altitud de alrededor de 80 kilómetros, sin embargo, parte de sus piezas podrían llegar a la Tierra. Es por eso que operadores de ESA intentarán guiar al Aeolus.
La directora de vuelo del Aeolus, Isabel Rojo, señaló que ingenieros y expertos en basura espacial “han diseñado una serie de maniobras y operaciones para ayudar a Aeolus e intentar que su reingreso sea aún más seguro que el diseño original”.
Por otro lado, el jefe de la oficina de desechos espaciales de la ESA, Tim Flohrer, indicó que “este intento de reingreso asistido va más allá de las normas de seguridad para la misión, que fue planeada y diseñada a fines de la década de 1990”.
“Una vez que la ESA y los socios industriales descubrieron que podría ser posible reducir aún más el riesgo ya mínimo para la vida o la infraestructura, las ruedas se pusieron en marcha. Si todo va según lo planeado, Aeolus estaría en línea con las normas de seguridad actuales para las misiones que se están diseñando hoy”, agregó.