LeBron James, máximo anotador histórico de la liga de basquetbol, ha mostrado más ambición que nadie por conquistar la edición inaugural de este nuevo torneo, que culmina con la final a cuatro de esta semana en Las Vegas (Nevada).
A punto de cumplir 39 años, 'King James' no deja de asombrar a la NBA y el sábado pugnará por una nueva estrella en su histórico palmarés en la primera final de Copa, que sus Lakers jugarán ante los Indiana Pacers de la estrella emergente Tyrese Haliburton.
Bajo su liderazgo, Los Angeles Lakers están invictos en los seis partidos que han jugado en esta competición, creada para dotar de mayor emoción y competitividad a los primeros meses de la temporada.
El jueves, James firmó una exhibición sin precedentes en la paliza que asestaron en las semifinales a los New Orleans Pelicans (133-89).
El alero, que celebrará su 39º cumpleaños el 30 de diciembre, logró 30 puntos (9-12 en tiros de campo), 5 rebotes y 8 asistencias en solo 23 minutos sobre la pista del T-Mobile Arena, dándose el lujo de descansar todo el último cuarto.
Ningún jugador en la historia había logrado al menos 30 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en 23 minutos o menos.
"Anoche estuve viendo al tipo y es fenomenal", dijo este viernes Rick Carlisle, técnico de Pacers, sobre James. "Es el único jugador en la historia de la NBA que ha sido el más joven de la liga y después el más mayor. Eso habla de una increíble longevidad y, en su caso, de grandeza".
"Si hay un Monte Rushmore de la NBA, él es uno de los tipos que están", sentenció.
En su temporada 21 en la NBA, James promedia 25 puntos, 7,5 rebotes y 6,6 asistencias por partido con el tercer mejor porcentaje de tiros de campo (55,3%) de su carrera y el mejor en triples (40,7%).
El alero sigue demostrando que su hambre por alcanzar nuevas metas sigue intacto pero también ha tratado de controlar las expectativas de cara a la pugna en los playoffs por el quinto anillo de su carrera y segundo en Los Ángeles.
A su alrededor, el técnico Darvin Ham sigue ajustando las piezas de un combinado que disfruta de la versión más sana de Anthony Davis, que solo se ha perdido uno de los primeros 23 juegos del curso.
LeBron James contra Pacers, que va por su primer título
Si los Lakers son la franquicia más laureada de la NBA con 17 anillos, igualada con los Boston Celtics, los Pacers están entre la decena que todavía no ha saboreado la gloria.
Su único viaje a las Finales en 2000 terminó con una derrota precisamente ante los Lakers.
Los Pacers de hoy no se asemejan todavía a aquel equipo liderado por Reggie Miller ni al que comandó Paul George una década atrás, pero sí cuentan con una estrella en ciernes en Tyrese Haliburton.
El base, de 23 años, se estrenó en febrero como All-Star pero ha recibido menos atención del gran público que otros compañeros de generación, primero por su baja elección en el Draft de 2020 (12º puesto) y por haber jugado en mercados pequeños (Sacramento e Indiana).
Esta situación puede cambiar en la final del sábado si, bajo la presión de todos los focos, es capaz de replicar las exhibiciones con las que lideró los triunfos frente a los favoritos Celtics y Bucks en cuartos y semifinales.
En esos dos juegos acumuló 53 puntos, 17 rebotes y 28 asistencias sin una sola pérdida de balón.
Bajo su guía, los Pacers también están invictos en la Copa y ocupan el quinto lugar de la temporada regular en el Este, camino a su primera aparición en playoffs desde 2020.
"Se supone que no deberíamos estar aquí y nadie esperaba que estuviéramos (...) El partido contra Boston no debíamos ganarlo, tampoco contra Milwaukee. Eso ha sido parte de la historia. Pero aún no ha terminado", dijo Haliburton antes de hacer un reconocimiento personal a su gran rival del sábado.
"Como cualquier niño nacido en el año 2000, LeBron era mi jugador favorito", dijo Haliburton sobre este duelo generacional. "Lo mejor de estar en la NBA es poder competir contra tus ídolos cada noche. Lo estoy deseando".