Un reto inédito se impuso el nadador holandés y campeón olímpico en los JJ.OO de Beijing 2008, Maarten van der Weijden: nadar 200 kilómetros en las aguas contaminadas del mar del norte de su país.
La razón de este inusual objetivo tenía un propósito altruista, ya que es parte de una campaña para recaudar fondos para la lucha contra la leucemia, enfermedad que el mismo superó en 2001.
Van der Weijden, alentado por los habitantes de la ciudad de Frisia, se metió a las aguas para conseguir el dinero. Sin embargo, su objetivo se vio truncado cuando llevaba 55 horas prácticamente ininterrumpidas de nado y 167 de los 200 kilómetros recorridos. El motivo: la contaminación de las aguas provocó que adquiriera la bacteria estomacal Escherichia coli, lo que hizo que sus médicos lo obligaran a abortar su misión.
A pesar de que la carrera fue interrumpida, el campeón olímpico alcanzó a recaudar 3,5 millones de euros para la lucha contra el cáncer, aunque lo que más llamó la atención de los presentes fue otra cosa: el deteriorado estado de sus extremidades, imágenes que se viralizaron rápidamente.
Van der Weijden fue internado en un hospital para tratar la bacteria que le aqueja y recuperar sus fuerzas. Su salida en camilla de la bahía se hizo entre vítores y aplausos.
"De todos los gigantes que hemos visto estos días en Frisia, Maarten es el mayor", aseguró Mark Rutte, primer ministro de Holanda y quien ya anunció que condecorará al deportista, consignó El País.