Hasta la fecha, se han descubierto más de 5.000 sistemas exoplanetarios. Y la mejor manera de buscar vida extraterrestre en otros sistemas estelares es la búsqueda de bioseñales. En otras palabras, componentes químicos de la atmósfera de un planeta que pueden indicar la existencia de vida. Con frecuencia, estas bioseñales incluyen gases abundantes en la atmósfera de nuestro planeta, como el oxígeno o el metano.

No obstante, Científicos de la Universidad de California en Riverside sugieren que falta algo en la lista típica de sustancias químicas que los astrobiólogos utilizan para buscar vida en planetas alrededor de otras estrellas: el óxido nitroso (N2O), comúnmente conocido como gas de la risa.

"Se ha pensado mucho en el oxígeno y el metano como bioseñales. Menos investigadores han considerado seriamente el óxido nitroso, pero creemos que eso puede ser un error", dijo Eddie Schwieterman, astrobiólogo del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la UCR, en un comunicado de prensa.

Detectar bioseñal con el telescopio James Webb

Hay varios procesos biológicos que producen esta sustancia, y los modelos elaborados por el equipo, y publicados en la revista Astrophysical Journal, sugieren que podría ser posible detectarla en las atmósferas de exoplanetas cercanos utilizando el telescopio James Webb de la NASA.

"En un sistema estelar como TRAPPIST-1, el sistema más cercano y mejor para observar las atmósferas de los planetas rocosos, se podría detectar potencialmente óxido nitroso a niveles comparables a los del CO2 o el metano", dijo Schwieterman.

Gas producido por seres vivos

El óxido nitroso es un gas producido de diversas maneras por los seres vivos. Los microorganismos convierten continuamente otras moléculas de nitrógeno en N2O mediante un proceso metabólico que puede producir energía celular útil.

Según Schwieterman, "la vida genera productos de desecho de nitrógeno que algunos microorganismos convierten en nitratos. En una pecera, estos nitratos se acumulan, por lo que hay que cambiar el agua. Sin embargo, en condiciones adecuadas en el océano, ciertas bacterias pueden convertir esos nitratos en N2O. El gas se escapa entonces a la atmósfera".

Aun así, en determinadas circunstancias, el N2O podría detectarse en una atmósfera y aun así no indicar la existencia de vida, algo que el equipo de Schwieterman, según el comunicado, lo tuvo en cuenta en su modelización. 

Por ejemplo, los rayos pueden producir una pequeña cantidad de óxido nitroso. Sin embargo, los relámpagos también producen dióxido de nitrógeno, lo que da a los astrobiólogos un indicio de que procesos meteorológicos o geológicos no vivos produjeron el gas.

Considerar otras condiciones de exoplanetas

Estudios anteriores han descartado la posibilidad de ver óxido nitroso porque, en la Tierra actual, no es muy abundante. Sin embargo, el equipo dice que esta conclusión no tiene en cuenta que los exoplanetas podrían tener condiciones más adecuadas para la creación de este gas. Además, las estrellas más débiles que el Sol tendrían menos probabilidades de romper este gas.

"Esta conclusión no tiene en cuenta los períodos de la historia de la Tierra en los que las condiciones oceánicas habrían permitido una liberación biológica de N2O mucho mayor. Las condiciones de esos periodos podrían reflejar la situación actual de un exoplaneta", afirma Schwieterman.

Así, según el comunicado de la Universidad de California en Riverside, el equipo de investigación cree que ahora es el momento de que los astrobiólogos consideren gases alternativos de bioseñal como el N2O, ya que el telescopio James Webb podría enviar pronto información sobre las atmósferas de planetas rocosos similares a la Tierra en el sistema TRAPPIST-1. 

"Queríamos proponer esta idea para demostrar que no es descartable que encontremos este gas de bioseñal, si lo buscamos", dijo Schwieterman.

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