Muchas personas sufren con la llegada de la primavera, no es que odien las flores o el calor, sino que padecen de alergias estacionarias provocadas por el polen. El calentamiento global está provocando que la temporada de alergias se extienda en algunos lugares del mundo. 

Un estudio realizado en Alemania y publicado en la revista especializada  Frontiers in Allergy, muestra cómo el incremento de la temperatura está provocando que cada año se aumente el periodo de floración de las plantas, lo que resulta en la suspensión de partículas de polen durante más tiempo. 

Este aumento de polen está agravando todo tipo de problemas respiratorios para las personas alérgicas, pero hay otro fenómeno en juego que a menudo se pasa por alto.

De 1987 a 2017, los autores encontraron que ciertas especies, como los arbustos de avellano y los alisos, han extendido su temporada de floración hasta 2 días por año, sumando hasta 60 días a la temporada de polen en Baviera en ese tiempo.

Durante el mismo período de tiempo, otras especies de plantas, como el abedul y el fresno, han comenzado a florecer y a liberar su polen 0,5 días antes cada año.

Una de las sorpresas de los investigadores fue que el 75 por ciento de las especies de polen eran de fuera de Baviera, "Esto significa que la concentración real de polen depende menos de las condiciones locales", escriben los autores, y más dependiente de los patrones atmosféricos y de viento interregionales.

Cuando se tiene en cuenta este factor, la temporada de polen puede ser incluso más larga que las estimaciones anteriores. El transporte a larga distancia del polen puede influir en que personas se vean expuestas a partículas para las que no tienen anticuerpos. 

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