Chris Prater visitó el doctor producto de una fuerte irritación en un ojo. Sin embargo, nunca sospechó el origen de su malestar.

El residente de Kentucky, en Estados Unidos, visitó al doctor y se le realizaron algunos análisis y, pese a eso, no se le pudo aliviar el malestar que lo aquejaba.

Sin embargo, relativizó en torno a su molestia; pues pensó que podían pasar unos días y todo se solucionaría.

Según consigna Clarín, luego visitó el hospital, donde un oftalmólogo lo examinó y descubrió que poseía una garrapata incrustada en el globo ocular.

"Lo cierto es que me asusté bastante cuando el médico me dijo la fuente de la irritación. Me incliné, lo miré y le pregunté si estaba bromeando; y me dijo: 'No, tienes una garrapata'", dijo Prater.

Tras esto, el especialista lo anestesió y procedió a sacar la garrapata. Lo logró.

"Cuando salió del ojo, recuerdo que la garrapata hizo un sonido. Como una especie de pequeño estallido", agregó Prater.

Luego de volver a la normalidad, Prater inició un proceso de curación y tratamiento para evitar que se complique su salud visual.

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