Dos hijos del cantante francés Johnny Hallyday impugnarán ante la justicia el testamento de su padre, quien habría confiado el conjunto de sus bienes y derechos de autor a su esposa Laeticia, informaron sus abogados.
Su hija Laura Smet solicitó a sus letrados "llevar a cabo todas las acciones legales" para impugnar el derecho de California, donde el artista, toda una leyenda en Francia, residía parte del año junto a su esposa y sus dos hijas adoptivas Joy y Jade, ambas menores.
David Hallyday, hermanastro de Laura, ejercerá de "co-demandante", según su propio abogado, Jean Veil, contactado por la AFP.
"Elegí luchar", escribió Laura Smet en una carta "post mortem" dirigida a su padre y transmitida a la AFP a través de sus abogados.
"Hace unos días, me enteré de que habrías escrito un testamento desheredándonos completamente a David y a mí", escribe la actriz. "Habría preferido que todo esto permaneciera en familia, desgraciadamente, en la nuestra es así", agrega.
El cantante de rock, idolatrado en Francia durante tres generaciones, falleció el 6 de diciembre pasado a los 74 años, debido a un cáncer. Tuvo cuatro hijos: David, el mayor, cuya madre es la cantante Sylvie Vartan; Laura, nacida de la unión con la actriz Nathalie Baye, y Joy y Jade, adoptadas junto a Laeticia, su última esposa.
"Laura Smet descubrió con estupefacción y dolor el testamento de su padre Johnny Hallyday, al término del cual el conjunto de su patrimonio y de sus derechos de autor serían transmitidos exclusivamente a su esposa Laeticia por efecto de la ley californiana", según un comunicado de sus abogados, transmitido el lunes a la AFP.
Según los letrados, estas disposiciones "infringen de forma manifiesta las exigencias del derecho francés".
El testamento prevé además que en caso de deceso de su esposa, el conjunto de bienes sean legados de forma exclusiva a sus hijas Jade y Joy a partes iguales, según el comunicado.
"De ser así, su padre no le habría dejado nada: ni bienes materiales, ni prerrogativas sobre su obra artística, ni recuerdos - ni una guitarra, ni una moto, ni siquiera la carátula firmada de la canción 'Laura', que le dedicó", precisa el comunicado.
Por ello, Laura Smet confió a sus abogados "la misión de defender sus intereses y de llevar a cabo todas las acciones legales que permitan salvaguardar la obra de su padre".