No, seguramente no sea el signo más sexy que se pueda encontrar en los manuales de escritura y ortografía.
No tiene la sensualidad de la sinuosa virgulilla que corona la letra ñ. Carece de la alegre ligereza de los puntos suspensivos… No tiene la rotundidad que marcan los puntos sobre las íes. Y no hay duda de que le falta el gancho indiscutible de los signos de interrogación.
Pero sin ella, sin esos dos puntitos que se escriben horizontalmente sobre una vocal y que conforman la modesta diéresis, la ambigüedad reinaría en la lingüística española, los pingüinos y las cigüeñas se llamarían forzosamente de otro modo y los sinvergüenzas no existirían tal y como los conocemos.
La diéresis, también conocida como crema, es tan humilde que en la lengua española tan sólo se utiliza sobre la letra "u" y única y exclusivamente en las sílabas "gue" y "gui".
Cuando aparece es para indicar que la "u" se tiene que pronunciar. Porque no es lo mismo decir piragüismo que piraguismo, ni suena del mismo modo referirse a los nacidos en Nicaragua como nicaraguenses que como nicaragüenses.
¿Cinqüenta?
El origen de esos dos puntitos se remonta a la antigüedad. El propio nombre de diéresis viene del latín (diaerĕsis), el cual deriva a su vez del griego, y significa división, separación. De hecho, en medicina hay un procedimiento quirúrgico que se denomina diéresis y que consiste, precisamente, en la división de tejidos orgánicos.
"En la ortografía castellana la diéresis existe desde siempre. En la ortografía del Renacimiento ya aparece", asegura el lingüista español Salvador Gutiérrez Ordóñez, catedrático de Lingüística General en la Universidad de León y miembro de la Real Academia Española (RAE). De hecho, es él quien ha coordinado la más reciente edición de la Ortografía de la RAE, publicada en 2010.
Y es él quién nos cuenta que la más importante transformación experimentada por la diéresis tuvo lugar allá por 1815, cuando en la octava edición de la Ortografía la RAE decidió que a partir de ese momento la letra Q, que siempre se emplea en la secuencia QU, sólo se podía utilizar junto con las letras E o I, formando de ese modo la sílaba QUE o QUI. Un cambio que afectó profundamente a la diéresis, porque hasta entonces en algunas palabras, sobre todo en aquellas derivadas del latín, la QU se podía emplear con otras vocales. De ese modo, en lugar de "cuando" se escribía "quando", y el número "cuatro" era "quatro".
Algunos poetas la emplean en sus versos para romper un diptongo y separar de ese modo en dos sílabas lo que en principio era una
El problema aparecía cuando la secuencia QU iba seguida de la letra E o I y era necesario indicar que la letra U se tenía que pronunciar como tal. En ese caso, se echaba mano de la diéresis, como sucedía por ejemplo con freqüencia, cinqüenta, qüidado, qüerpo, seqüencia…
Pero ese cambio decidido hace 102 años estableció que todas esas palabras se debían de escribir con CU, dejando a la diéresis medio huérfana y privándola de la mitad de sus atribuciones.
Rüido poético
Ese uso de la diéresis que tiene como objetivo señalar que la U tiene que pronunciarse, y que hoy en día se sigue empleando en la lengua española porque si no hay palabras que acabarían yéndose por el desagüe, es conocido por los especialistas como uso diacrítico.
Pero, además, la diéresis puede utilizarse de un modo más desconocido y sin duda más bucólico.
"Algunos poetas la emplean en sus versos para romper un diptongo y separar de ese modo en dos sílabas lo que en principio era una. Es un uso por razones de métrica", nos explica Salvador Gutiérrez.
Fray Luis de León usaba justo de ese modo la diéresis. "¡Qué descansada la vida / la del que huye del mundanal rüido, /y sigue la escondida…", escribió el místico en uno de sus poemas. Y ese "rüido" escrito así, con diéresis, significa que la palabra se debe de pronunciar deshaciendo el diptongo, como ru-i-do.
Ahí va otro ejemplo, éste de Garcilaso de la Vega: "El dulce murmurar deste rüido, / el mover de los árboles al viento, / el suave olor del prado florecido".
Otras lenguas
Ese uso de la diéresis que en español tiene fines poéticos se emplea cotidianamente en otras lenguas, como por ejemplo el francés, para señalar que dos vocales juntas que por lo general formaría un sonido único en ese caso deben de leerse separadamente. Para demostrarlo, palabras como naïve o Noël, que se pronunciarían de modo muy diferente si no llevaran la crema de los dos puntitos. Aunque en francés también la diéresis se emplea de un modo muy parecido al español en las palabras con GU, como es el caso de ambiguïté.
"En idiomas germánicos, sobre todo en alemán, la diéresis tiene una función distinta. El alemán es una lengua que tiene vocales labializadas, es decir, vocales que para pronunciarlas hay que alargar los labios. Cuando una vocal lleva en alemán esa diéresis significa que es labializada", señala Salvador Gutiérrez, añadiendo que ese tipo de diéresis es conocida en alemán como 'umlaut'.
Pero también en el turco hay diéresis. Y en el griego, en el neerlandés, en el catalán, en el gallego, en un dialecto del euskera, en el finés, en el estonio, en el húngaro, en el checo, en el sueco, en el dialecto que se habla en la región italiana de Emilia Romaña, en el udmurto (la lengua que hablan en la república rusa de Udmurtia)…
La diéresis, lo admite el propio académico Salvador Gutiérrez, trae de cabeza a muchos.
"No son demasiadas las palabras que llevan diéresis, pero suelen plantear problemas de escritura. Porque mientras algunas no la llevan, sus derivados sí", subraya. Es el caso de "lengua", que no lleva diéresis, mientras que sí que cargan con ella "lengüeta" o "lingüista". Tampoco "ambiguo" la necesita, pero sí "ambigüedad".
El poder de los paréntesis
A esa dificultad que ya de por sí conlleva la diéresis se añade el hecho de que en el ciberlenguaje, la escritura que se emplea en chats y redes sociales, sean muchos los que suelen prescindir de los signos ortográficos.
"Muchos jóvenes escriben sus mensajes de texto sin acentos, así que imagínese cuántos utilizan la diéresis... Yo sin embargo los uso, y animo a todo el mundo a hacerlo, no se tarda nada en ponerlos", lanza Salvador Gutiérrez, que no ve sin embargo el peligro de que whatsapp acabe matando a la diéresis.
"En la escritura electrónica puede que se emplee cada vez menos, pero en el resto de soportes se seguirá empleando porque tiene una función importante".
Ni siquiera los emoticones han sido capaces de darle un nuevo impulso a la diéresis.
Mientras su primo el de los dos puntos, escritos en vertical, ha arrasado junto con los paréntesis y los guiones a la hora de componer caritas felices como esta :-) o rostros tristes como este otro :-( la pobre diéresis sin embargo no ha conseguido colarse en apenas ninguna de esas imágenes. Algo que deja boquiabiertos a muchos ö.
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*Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Cartagena, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad colombiana entre el 26 y el 29 de enero de 2017.