Una pintura de Jesucristo de 1.500 años se ha encontrado en la pared de una iglesia abandonada en el desierto israelí. La pieza de arte sagrado, previamente desconocida, fue vista en una iglesia bizantina en el desierto de Negev, al sur de Israel.
Se cree que la muestra de pinturas fragmentadas data del siglo VI y los expertos afirman que revela el contorno facial de Cristo, un joven de Jesús con cabello corto.
El retrato de Jesús fue visto por primera vez en la década de 1920 y ahora se ha vuelto a analizar utilizando técnicas modernas. Fue encontrado en las ruinas de Shivta, un antiguo pueblo agrícola en el corazón del desierto de Negev.
Según publica el Daily Mail, la investigación afirma en su artículo, publicado en la revista Antiquity, que la mera presencia del mesías es importante en sí misma.
"El rostro de Cristo en esta pintura es un descubrimiento importante en sí mismo", explicaron los investigadores.
Y agregaron que: "Pertenece al esquema iconográfico de un Cristo de pelo corto, que estaba especialmente extendido en Egipto y en Siro-Palestina, pero que pasó del arte bizantino posterior".
Los expertos han dicho que la importancia del descubrimiento, se debe al hecho de que precede a la iconografía religiosa utilizada en la Iglesia Cristiana Ortodoxa.
"Hasta ahora, es la única escena de bautismo de Cristo in situ hasta la fecha en la Tierra Santa pre-iconoclasta", escriben los autores del estudio en su artículo.
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