Alice Cooper no lo podía creer.
Richard Polsky, un experto en la obra de Andy Warhol, le acababa de decir los millones que podía la serigrafía del artista estadodunidense que encontró por casualidad en su bodega y el rockero quedó con la boca abierta.
"¿Hablas en serio? Soy dueño de eso", dijo.
La pieza se llama Silla Eléctrica Pequeña y pertenece a la serie Muerte y Desastre, inspirada en una fotografía de la silla eléctrica donde ejecutaron al matrimonio de Julius y Ethel Rosenberg por entregar secretos atómicos a Rusia, en 1953.
Se encontraba enrollada dentro de un tubo entre medio de muchos cachivaques de sus giras en la década de los 70.
Cooper y Warhol se conocieron por esos años y solían salir juntos a los lugares de moda de Nueva York. El artista fue visto en varios conciertos del músico.
Según Shep Gordon, el manager del creador de "School's Out", compraron la obra en 2.500 dólares a sugerencia de la novia de entonces del músico, la fallecida modelo Cindy Lang.
Luego, pasó a formar parte del material de gira y, con el tiempo, la olvidaron.
Así pasó al tiempo hasta que hace cuatro años el agente cenó con un reconocido comerciante de arte, que mencionó lo bien que se vendían los trabajos de Warhol y lo motivó a buscar el que Cooper tenía en su poder... en alguna parte.
Y lo encontraron, gracias a que la madre del cantante recordó que lo había visto guardado en una bodega.
Quisieron colgarlo en las paredes de la casa de Cooper, pero a este le entró cierto pudor, cuando supo que una versión verde la imagen se había vencido en casi 12 millones de dólares en 2015, así es que la volvió a guardar.
La diferencia con esa, en todo caso, es que la suya no está firmada, así es que es improbable que su valor sea tan alto.