El sonido es cualquier fenómeno que involucre la propagación en forma de ondas elásticas (sean audibles o no), generalmente a través de un fluido (u otro medio elástico) que esté generando el movimiento vibratorio de un cuerpo.

Como el espacio es (casi) un completo vacío, el sonido no se propaga bien a través de éste.

Sin embargo, allí donde la materia es más densa, como en la atmósfera de los planetas, en las estrellas, en nubes de gas o el ambiente que rodea los agujeros negros, las ondas de sonido son algo común.

Los sonidos con más volumen, más ruidosos, del universo son aquellos que liberan más energía.

Se calcula que el volumen del Big Bang, la gran explosión en que una teoría cosmogónica sitúa el origen del universo, fue de entre 100 y 120 decibelios, aproximadamente el equivalente al volumen de un avión de cuatro motores a 30 metros de distancia.

Esto está cerca del umbral del dolor del oído humano, pero no es, de ninguna manera, el sonido con mayor volumen que conocemos.

Se estima que el más fuerte jamás escuchado en la Tierra fue probablemente el sonido de 300 decibelios que produjo la explosión del meteorito Tunguska en Rusia el 30 de junio de 1908.

Aunque quizá allí donde los planetas o los agujeros negros colisionan el volumen sea mucho mayor.

¿Por qué se nos pone la piel de gallina al escuchar música?

El efecto se llama "escalofríos musicales".

Tiene que ver con el flujo de la dopamina, un neurotransmisor, en los circuitos de recompensa del cerebro.

El efecto se llama "escalofríos musicales" e incluye el aumento del ritmo cardíaco y la temperatura corporal, la dilatación de las pupilas, piel de gallina y hormigueo en la columna vertebral.

Extrañamente, la dopamina registra varios picos antes de que aparezca la piel de gallina, quizá porque la música nos hace constantemente predecir lo que vendrá después.

La piel de gallina suele tener lugar cuando hace entrada un instrumento o una voz, o cuando el volumen o el tono cambia.

Sin embargo, las preferencias musicales no marcan ninguna diferencia en cuanto a la susceptibilidad.
La música triste podría ser más efectiva, pero los escalofríos aún se perciben como algo positivo.

¿Cómo sobreviven las ratas a los gases tóxicos de las alcantarillas?

Quizá simplemente traten de evitar las bolsas de gas para sobrevivir.

El componente más tóxico del gas de las alcantarillas es el sulfuro de hidrógeno (H2S), producido por la descomposición de materia orgánica en ambientes faltos de oxígeno.

Este gas es letal para los humanos en concentraciones tan pequeñas como 300 partes por millón. Y algunas personas pueden detectar su presencia por su olor a huevo podrido a concentraciones tan bajas como de cinco partes por billón.

Para las ratas la concentración mortífera del sulfuro de hidrógeno es 1,5 veces mayor que la de los humanos, así que quizá simplemente traten de evitar las bolsas de gas para sobrevivir en las alcantarillas.

El sulfuro de hidrógeno es más pesado que el aire, así que se acumula en las zonas más bajas del sistema de alcantarillado.

¿Puede haber relámpagos en el espacio?

Como en la Tierra, han sido observados en Venus, Júpiter y Saturno.

El relámpago es una descarga electrostática súbita entre regiones con distinto potencial eléctrico.
Como en la Tierra, han sido observados en Venus, Júpiter y Saturno.

En el espacio hay poco material que sirva como conductor de carga.

Así que es raro que tenga lugar un relámpago convencional.

Sin embargo, se han visto procesos similares en los campos electromagnéticos que rodean los agujeros negros así como en nubes altamente ionizadas de gas y polvo llamadas nebulosas.

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