¿Qué es lo que te puede ocurrir luego de consumir entre cuatro y cinco bebidas energéticas al día, durante tres semanas?
Es el caso de un hombre de 50 años, que contrajo una repentina hepatitis causándole daños en su hígado. El extraño caso fue revelado por la revista británica British Medical Journal, donde se explica que, a pesar de mantener hábitos saludables y no consumir alcohol ni drogas, mantenía el consumo de bebidas energizantes para poder soportar el ritmo de su trabajo, donde se desarrollaba como obrero de una construcción.
El consumo de estas bebidas perduró por tres semanas, lo cual lo derivó de urgencia al hospital más cercano. Sus síntomas comenzaron con dolor abdominal, náuseas y vómitos. Luego, su piel se comenzó a poner de color amarillo y su orina se volvió del color de una bebida cola.
Los resultados de varios exámenes médicos arrojaron que el hombre tenía altos niveles de transaminasas, lo que indica un daño hepático y evidentes signos de una infección de hepatitis tipo C, lo que fue confirmado luego de una biopsia de su hígado, lo que evidenció que el hombre padecía de una severa hepatitis, según informa el sitio ABC.
Enfermedad por acumulación
En los resultados de los exámenes realizados, también apareció un alto nivel de niacina, un tipo de vitamina B que se encuentra presente en las bebidas energéticas.
La ingesta de este hombre fue de 160 – 200 miligramos diarios, muy por debajo del nivel considerado tóxico o peligroso para el hígado. Sin embargo, los médicos indican que la toxicidad fue consecuencia de la acumulación de esta vitamina, por lo que al paciente se le prohibió la ingesta que contuviera niacina.
Los doctores indican que cada botella de este tipo de bebidas contiene cerca de 40 miligramos de niacina, un 200% más de la cantidad diaria recomendada.
Autores del artículo de la revista británica señalaron que “a medida que el consumo de bebidas energéticas se masifica, la sociedad debe estar consciente de que sus componentes muchas veces superan la cantidad recomendada diariamente”.
