Unas 40.000 personas, familiares, amigos y cantantes se reunieron el sábado frente a la residencia del fallecido músico mexicano Juan Gabriel, el "hijo predilecto de Ciudad Juárez", en un homenaje póstumo. En medio de aplausos y vivas, las cenizas del llamado "Divo de Juárez" llegaron a su casa en Ciudad Juárez. Según estimaciones oficiales, entre 40.000 y 50.000 personas se dieron cita con pañuelos y globos blancos para recibir la carroza con la urna que contenía las cenizas del cantante.
A su llegada a la casa fue recibido por el gobernador del estado de Chihuahua, César Duarte, y por el alcalde de Juárez, Javier González, mientras la gente entonaba canciones que fueron éxitos del artista como "Yo no nací para amar", "Amor eterno" y "Querida".
“Para que el mundo sepa que amamos a Juan Gabriel”
En la calle fue instalado un altar para la celebración de la misa mientras continuaban llegando personas que abarrotaron las calles cercanas a la residencia, que al caer la noche se vio bañada con una luz que cambiaba de violeta a blanca. Los árboles circundantes lucían también luces blancas. "Estamos acá para que el mundo sepa que amamos a Juan Gabriel. Él dejó algo en cada uno de nosotros", dijo a Efe Tina Soto, quien desde la noche del viernes apartó un lugar privilegiado para despedir al cantante.
Muchos mexicanos que viven en Estados Unidos cruzaron la frontera para asistir al homenaje.
Posteriormente habrá una verbena popular con la participación de importantes grupos musicales y artistas como La Sonora Santanera, el mariachi Mi Tierra, Zona Prieta, Rocío Banquells y Dulce, además del conjunto del propio Juan Gabriel.
El domingo las cenizas serán trasladadas a la Ciudad de México para un homenaje que se realizará el lunes en el Palacio de Bellas Artes, donde el llamado Divo de Juárez se presentó en tres ocasiones, la primera en 1990. Posteriormente, la urna será trasladada nuevamente a la casa en Juárez, que será convertida en museo permanente tal como lo planeó el cantautor, quien murió el 28 de agosto de un paro cardiaco fulminante a los 66 años en su residencia de Santa Mónica, California.