Científicos chinos han descubierto grafeno de origen natural en la superficie lunar, abriendo nuevas posibilidades para la exploración espacial y desafiando teorías establecidas sobre la formación de nuestro satélite.
El grafeno, un material compuesto por una sola capa de átomos de carbono dispuestos en forma de panal, ha cautivado a la comunidad científica desde su aislamiento en 2004 por investigadores de la Universidad de Manchester. Conocido por sus extraordinarias propiedades, este supermaterial ha encontrado aplicaciones en campos tan diversos como la electrónica, el almacenamiento de energía y la construcción. Según los científicos, alrededor del 1,9 % del carbono interestelar podría existir en forma de grafeno, lo que destaca su importancia a nivel cósmico.
Ahora, un equipo liderado por investigadores de la Universidad de Jilin y el Instituto de Investigación de Metales de la Academia China de Ciencias (CAS) ha identificado grafeno de pocas capas en una muestra de suelo lunar recolectada por la misión Chang'e 5 en 2020. Esta pequeña muestra, de apenas 2,9 mm por 1,6 mm, ha revelado secretos que podrían reescribir nuestra comprensión de la Luna.
Los científicos liderados por Meng Zou, Wei Zhang, y el ingeniero Xiujuan Li de la Universidad de Jilin, junto con Wencai Ren del CAS, utilizaron espectroscopía avanzada y técnicas de microscopía para confirmar la presencia de "copos" de grafeno de dos a siete capas de espesor. Pero ¿cómo llegó allí este material?
Los investigadores, quienes publicaron sus hallazgos en la revista National Science Review, proponen dos fascinantes teorías: la primera sugiere que el grafeno podría haberse formado durante la época de actividad volcánica temprana de la Luna, catalizado por los vientos solares que agitaban el regolito lunar rico en hierro. La segunda teoría apunta a los impactos de meteoritos como posibles creadores de las condiciones necesarias para la formación del grafeno.
Hallazgo de grafeno en la Luna desafía teoría lunar predominante
Este descubrimiento no solo es interesante por sí mismo, sino que también desafía la teoría ampliamente aceptada sobre la formación de la Luna, como aseguran los científicos en su estudio. La teoría del gran impacto, que propone que la Luna se formó tras la colisión de un cuerpo del tamaño de Marte con la Tierra hace unos 4.400 millones de años, se ha basado en parte en la idea de una Luna pobre en carbono. Sin embargo, la presencia de grafeno autóctono sugiere una historia más compleja.
Más allá de su importancia científica, este hallazgo podría tener implicaciones prácticas significativas. Los investigadores sugieren que podría conducir a nuevos métodos para producir grafeno de alta calidad a bajo costo aquí en la Tierra. Además, podría abrir nuevas vías para la exploración lunar, incluyendo la posibilidad de utilizar recursos locales para construir infraestructuras en futuras misiones.
Por ejemplo, futuros hábitats lunares podrían construirse con materiales derivados del grafeno encontrado in situ. Aunque puede sonar a ciencia ficción, los científicos ya están considerando estas posibilidades.
A medida que programas como Artemis de la NASA, Moon Village de la ESA y la Estación Internacional de Investigación Lunar de China y Rusia avanzan, este descubrimiento podría influir en sus planes y abrir nuevas áreas de investigación.