“Chile tiene los mejores cielos de mundo” es una frase que cada vez oímos con mayor frecuencia. La afirmación está basada en que el 40% de la infraestructura óptica de observación astronómica del planeta está en nuestro territorio, y se estima que la cifra llegue al 70% en la próxima década.
Esta característica excepcional representa una oportunidad única para potenciar el turismo y para diferenciarnos a nivel internacional. Con esta visión, la Subsecretaria de Turismo, Javiera Montes, lanzó la “Hoja de Ruta del Astroturismo en Chile 2016-2025” en el Planetario de Santiago.
La meta es lograr que el astroturismo sea una de las experiencias emblemáticas que realicen los turistas en el país, aportando a la diversificación y sofisticación de la oferta turística nacional, a la captación de mayor valor por turista y a la diferenciación internacional del país, en tanto destino turístico de naturaleza.
La Hoja de Ruta y sus iniciativas
En la elaboración de este plan estratégico participaron cerca de doscientos actores turísticos, científicos, académicos y estatales. El resultado final propone sesenta iniciativas, organizadas en siete líneas de acción:
- Experiencia de visita
- Capital humano
- Infraestructura, equipamiento y recursos
- Sustentabilidad
- Promoción y comercialización
- Articulación del sector
- Iniciativas emblemáticas
Para los dos primeros años de implementación, la Hoja de Ruta (2016 y 2017) ha priorizado diversas iniciativas que apuntan a cerrar las principales brechas de calidad de la oferta astroturística actual. Una vez que ello ocurra, se incrementará la promoción y comercialización nacional e internacional del astroturismo chileno.
¿Qué es el turismo astronómico? Es toda actividad desarrollada por los visitantes en sitios astronómicos con fines recreativos y educativos, ya sea para observar el cielo con telescopios o a “ojo desnudo”, o bien para conocer las instalaciones, los instrumentos y los programas o proyectos de investigación vinculados al cosmos. |
Entre las iniciativas priorizadas, se cuenta implementar una línea de apoyo a oferentes privados de astroturismo; rediseñar las experiencias de visita de los observatorios científicos internacionales y de los observatorios municipales; organizar una mesa de trabajo pública, privada y ciudadana para proteger los cielos de la contaminación lumínica; crear una marca para los cielos de Chile; y diseñar e implementar un programa de capacitación que permita incorporar cien guías astroturísticos de excelencia.