El grupo musical chileno más exitoso del momento se encuentra de gira por Alemania, un país que ha marcado su historia desde sus inicios. Ahora están presentando su último trabajo, “Mambo mundial”.

Colonia, Karlsruhe, Hannover, Hamburgo, Berlín, Friburgo, Bremen y Múnich son algunas de las ciudades alemanas que, entre el 23 de octubre y el 10 de noviembre de 2019, está recorriendo la banda chilena Chico Trujillo. La gira de este año, que promociona el disco "Mambo mundial" y que también los tendrá tocando en Ámsterdam y Londres, no es una excentricidad en la vida de este grupo que, bajo la batuta de Aldo 'Macha' Asenjo, ha cosechado numerosos éxitos en su país. Sin ir más lejos, la relación de "Chico" con Alemania es tan estrecha que no es descabellado decir que, en parte, hay ADN germano en sus venas.

"Es verdad que hemos tenido una larga relación con Alemania. La primera gira internacional de La Floripondio, antes incluso de que Chico existiera, fue en 1998" dice a DW Asenjo, quien responde las preguntas de esta entrevista junto a sus compañeros Juan Gronemeyer (percusión) y Rodolfo Fuica (batería). La Floripondio es un grupo formado en 1991 en Villa Alemana, en la Quinta Región de Chile, y que tiene un estilo más rockero. Algunos de sus miembros crearon Chico Trujillo, que apuesta por ritmos latinoamericanos.

Fue precisamente en Berlín donde Chico Trujillo vio la luz, y por eso la banda tiene por costumbre volver al país europeo casi todos los años. "Alemania es uno de los pocos lugares donde a los conciertos llega más público local que fans chilenos. Hay gente que ha venido a nuestros shows todos los años que hemos venido. Varios de nosotros hablamos un poco de alemán, e incluso hay un nuevo 'chiquito' mitad chileno mitad alemán dando vueltas por acá", revelan.

¿Qué ha cambiado desde las primeras giras que realizaron a Alemania?

Para empezar, éramos cuatro o cinco músicos, y ahora somos once. Esos shows eran en su mayoría en casas "okupas". El público alemán no entendía la cumbia, aunque les gusta bailar ritmos latinos. Y en esos años había pocos chilenos entre el público, porque en realidad no éramos tan famosos en Chile. Además, los jóvenes chilenos no escuchaban cumbia… bueno, nadie lo hacía. Con el boom de la cumbia, que ha tenido lugar en los últimos 10 años, los alemanes pueden poner nuestra música en contexto, y muchos chilenos vienen a celebrar, cantar y bailar. Y bueno, a beber.

¿A qué atribuyen la llegada que han logrado en países tan distintos como Suecia y España?

Creemos que tiene que ver con nuestro estilo, nuestra dedicación a salir de gira todos los años y tocar y tocar. Salir de gira no es fácil: no se gana mucho dinero y estamos lejos de nuestras familias. Por eso muchas bandas no vienen a Europa sino cada 3 o 4 años, cuando sacan un nuevo disco o alguien les paga bien por venir. Nosotros no hacemos grandes videoclips, no nos tocan en las radios, pero lo damos todo en el escenario. Somos como una fiesta instantánea, como fiesta en polvo. Solo échale agua y boom, ¡fiesta! O mejor, agrégale una chela (cerveza) y es una súper fiesta.

¿Cómo definirían el nuevo disco y qué cambios tiene en comparación con los anteriores?

Este disco tardó más en cocinarse. Han pasado cinco años desde nuestro último álbum. Nos gusta mucho, hemos tocado durante años las canciones que incluimos en él. En un poco más "maduro", aunque no nos guste ese calificativo, y tuvimos la suerte de invitar a un montón de amigos de todo el mundo a participar. Por eso se llama "Mambo Mundial". Estamos increíblemente felices con el disco.

¿Qué pueden esperar quienes asistan a sus conciertos?

Ver muchos chicos guapos sobre el escenario, aparte de la fiesta instantánea.

¿Cuál es la situación de la música en Chile?

Hay un poco más de espacio, porque hay unas leyes nuevas que aseguran que se toque música chilena en la radio. Pero una puerta se abre y otra se cierra. Hacer shows no es tan sencillo como solía ser. Los fanáticos gastan su dinero en Lollapalooza Chile o cosas como esas, y no tienen ni uno para shows locales. Así que si bien las cosas han mejorado, sigue siendo una dura batalla.

En 2016 se estrenó en Alemania el documental "El viaje", del bajista de Die Ärzte, Rodrigo González, donde tú participas, Aldo. ¿Cómo se gestó esa colaboración?

Somos amigos desde los días del viejo Café Zapata, en Berlín. Hablamos del 2006 o por ahí, cuando vino a ver uno de nuestros conciertos. Cuando regresamos a Alemania en 2007-2008, abrimos algunos shows de Die Ärzte en estadios grandes de Alemania. Rodrigo y su amigo Nahuel (López) querían hacer una historia acerca de sus raíces en Chile, pues sus familias son exiliadas. Fue una elección obvia para ayudarlos, y lo pasamos muy bien. Tocamos en el estreno del documental en Hamburgo y Berlín y él siempre asiste a nuestros shows. A veces incluso sube al escenario y toca con nosotros.

Inevitable preguntarles cómo ven desde Alemania la situación política en Chile, las protestas y la crisis.

La gente ha estado pidiendo cambios desde hace mucho tiempo, pero cambios reales, y los gobiernos, tanto el actual como los de "izquierda” que hubo antes, han sido demasiado ineptos, así que lo que está pasando era inevitable. Si los cambios no vienen de los líderes, vendrán desde abajo, y eso fue lo que pasó. Los gobernantes están demasiado ocupados en sus negocios personales y no han escuchado las reales necesidades de un amplio porcentaje de los chilenos. Esperamos que algo positivo salga de todo esto, aunque por el momento la situación es muy grave.

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