Con un palo como única arma, Masi Sadaiyan and Vadivel Gopal avanzan cautelosamente por el denso humedal del sur del estado de Florida, en Estados Unidos.
Al ritmo de su propio canto, estos dos hombres de la tribu india irula escrutan el suelo en busca de pitones birmanas, una especie exótica que amenaza desde hace década a la fauna y ecosistema nativo.
Sadaiyan y Gopal no hablan inglés, pero el talento y la fama de esta tribu cazadora de serpientes en India es tal, que la Comisión de Conservación de la Pesca y la Vida Salvaje de Florida (FWC, por sus siglas en inglés) decidió traerlos hasta allí para controlar a este especie que devora mamíferos, aves, conejos y a la que se ha visto, en alguna ocasión, luchar cuerpo a cuerpo con cocodrilos adultos del doble de su tamaño.
Los resultados iniciales muestran que su fama es bien merecida: en sus primeros ocho días de trabajo eliminaron a trece pitones.
Ésta no es la única especie foránea que ha hecho del sur de Florida su nuevo hogar.
El lagarto del Nilo y el lagarto blanco (de Argentina) también son un peligro para la fauna local, aunque no se comparan con el dolor de cabeza que está causando la pitón birmana.
Mascota abandonada
La pitón birmana (Python bivittatus) es una especie oriunda de las regiones tropicales y subtropicales de sur y sudeste asiático.
Fue introducida en Florida como mascota y, hacia los años 80, comenzaron a verlas sueltas por el Parque Nacional de los Everglades, probablemente después de haber sido abandonada por sus dueños.
En las últimas décadas se ha producido una explosión de su población, y en la actualidad se estiman que hay entre 5.000 y 10.000 en este parque de cerca de 6.000 Km2.
"No hemos tenido reportes de personas seriamente heridas o muertos en Florida por ataques de pitones salvajes", le explica a BBC Mundo Carli Segelson, de la FWC.
"Sin embargo", advierte, "cualquier animal se defenderá si se siente acorralado, por eso no hay que acercarse a ella sin un entrenamiento adecuado".
Señales invisibles
Florida ha puesto en práctica distintas estrategias para combatir la amenaza de las pitones, incluyendo cacerías con perros, una aplicación para reportar avistamientos y hasta concursos con premios de US$1.500 para quien atrapara a la serpiente más larga.
Ninguna de estas estrategias parece haber hecho mella en el número de pitones.
Por esta razón, decidieron recurrir a los cazadores de serpientes indios.
¿Cuál es la razón del éxito de esta tribu?
Según le explicó a BBC mundo Frank Mazzotti, biólogo de la Universidad de Florida, que también está participando en el proyecto, "los irula determinan la presencia de las pitones 'leyendo sus señales'".
"Cuando hay pitones, ellos las ven y nosotros no. Nosotros las vemos cuando están descansando o cuando se mueven. Ellos, en cambio, ven un destello de luz que sale de la vegetación y se lanzan sobre ellas".
También se guían por los restos de piel mudada que van dejando en el camino y por los surcos que dejan cuando se zigzaguean por el suelo.
Una vez que las atrapan, las serpientes son sacrificadas humanamente, le explica FWC a BBC Mundo.
"Sabemos lo que (los irula) están haciendo, pero es un truco muy difícil de aprender", añade Mazzotti.
No es que tengan mucho tiempo tampoco para hacerlo, al cabo de dos meses, Sadaiyan y Gopal regesarán a India.