Nueve de cada diez personas no sobreviven un diagnóstico de cáncer de páncreas. Durante casi 60 años, esta tasa de supervivencia no ha cambiado. Apenas existen opciones terapéuticas eficaces. Por eso, cada avance terapéutico es una revolución. Y eso es exactamente lo que está ocurriendo ahora.
Investigadores estadounidenses trataron a 16 pacientes con cáncer de páncreas con una vacuna personalizada deARNm denominada BNT122, después de extirparles el tumor. Al final del periodo de observación, tras un año y medio,la mitad de los pacientes seguían sin tumor. Para un cáncer que suele reaparecer pocos meses después de la cirugía, todo un éxito.
Niels Halama, inmunólogo tumoral del Centro Alemán de Investigación Oncológica de Heidelberg, habla de una noticia fantástica e inesperada. Al mismo tiempo, los científicos coinciden en mantener la calma. Se necesitan más datos. Porque todavía hay más preguntas que respuestas.
Con solo 16 pacientes, el estudio publicado en la revista Nature es pequeño. Sin embargo, proporciona los primeros indicios del uso con éxito de la tecnología del ARNm para un tipo de cáncer extremadamente mortal y difícil de tratar. También es un gran avance en el esfuerzo de años por desarrollar vacunas personalizadas contra el cáncer: vacunas adaptadas a los tumores de cada paciente.
¿Qué se hizo exactamente en el estudio?
Después de extirpar el tumor a los pacientes del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York y enviarlos a Alemania, la empresa de biotecnología BioNTech secuenció allí el tejido tumoral y lo examinó en busca de mutaciones, los llamados neoantígenos.
A continuación, se realizó una selección de los neoantígenos a atacar de forma individual para cada paciente y se produjo una vacuna basada en ARNm. Esta vacuna, al igual que la vacuna de ARNm contra el coronavirus, debería inducir una reacción inmunitaria contra estas estructuras.
Ocho de los pacientes tratados no mostraron respuesta inmunitaria: sus tumores reaparecieron. Los ocho pacientes restantes obtuvieron una respuesta inmunitaria y, al final del periodo de observación, ya no tenían tumores. "Me entusiasma que exista una relación entre la respuesta inmunitaria y una mayor supervivencia", afirma Nina Bhardwaj, que estudia las vacunas contra el cáncer en la Facultad de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai de Nueva York. Pero señala: "Por supuesto, esto debe confirmarse en estudios más amplios".
¿Por qué es tan mortal el cáncer de páncreas?
El páncreas es un pequeño órgano glandular situado en la cavidad abdominal. El problema es que su degeneración suele detectarse tarde. No existe ningún método de detección precoz. Los pacientes no presentan síntomas hasta tarde. Para entonces, el cáncer suele ser grande, de varios centímetros, y se ha extendido a otros órganos como el hígado. Y aunque sea posible extirpar el tumor, este a menudo reaparece.
Lo que también complica la terapia es que el cáncer está sujeto a cambios permanentes. Cambia su entorno, y a su vez es cambiado por su entorno. Eso dificulta especialmente su tratamiento.
¿Revolucionarán las vacunas de ARNm la medicina oncológica?
En esta fase se plantean cuestiones muy prácticas: ¿En qué medida puede acelerarse el proceso de producción? ¿Cuánto costará la vacunación una vez establecida? También es cuestionable hasta ahora que el proceso, que los expertos califican de muy complejo, pueda desarrollarse fuera de centros especializados. "Ahora mismo, probablemente haya dos o tres centros en el mundo capaces de producir esta vacuna", afirma el inmunólogo Drew Weissman de la Universidad de Pensilvania. "Pero, en última instancia, queremos una vacuna que pueda utilizarse en cualquier parte del mundo".