Cami reconoció cómo lidia usualmente con los haters en redes sociales.
En diálogo con algunos integrantes de su equipo en The Voice de Chilevisión, la cantante chilena afirmó que "no suelo hablar mucho cuando me llega hate. Me quedo callada, me encierro en mi pieza a llorar. Suelo ser muy silenciosa con ese dolor de estar expuesta y que la gente crea que no leo las hueás' o crean que puedan pasarme por encima y tratarme de lo peor".
"Me afecta un montón y también me afecta a verlos a ustedes (sus pupilos) involucrados en esto, porque no solo dificulta el espacio colaborativo del artista, sino que bloquea a otros que quieren meterse al rubro o a este tipo de programas, porque les da miedo", complementó.
"Me duele profundamente que se hable de mí y que no se les celebre a ustedes, me duele, me hace mal. Me genera desesperanza", dijo enfática.
De igual forma, apuntó que "es muy fuerte que a ningún otro coach le han tirado hate cuando sacan a otros participantes, es solo a mí. Hubo otros participantes espectaculares que se han ido, pero me tocó a mí la guillotina y estar ahí, como chivo expiatorio, me cansa, me agota, me duele, me frustra, porque me gustaría que fuera otro el tema de conversación".
En esa línea, dijo que ha "tocado fondo muchas veces". "Ha sido súper penca, pero es dañino para el oficio. A todos nos da miedo hacer cualquier cosa. ¿Ustedes creen que yo no me cago de miedo cada vez que me siento en esa silla?".
"La dinámica de un programa de televisión de tener que sacar gente me destruye el alma, me destroza (...) me hace muy mal. Llego de vuelta de grabar y me largo a llorar", afirmó la cantante.
De igual manera, dijo que con su comentario se descargó. "Necesitaba decir esto, porque lo tenía acumulado hace mucho tiempo".