El inglés Paul Readman quería cumplir un sueño desde hace tiempo: repoblar lo que una vez había sido su tupida cabellera.
Sin embargo, el coste de un trasplante capilar en Reino Unido ronda los US$8.000, una cifra que no estaba al alcance de su bolsillo.
Por eso decidió hacer las maletas y volar hasta Estambul, la capital de Turquía y de los trasplantes capilares.
En la ciudad del Bósforo hay al menos 300 clínicas especializadas que realizan entre 150-500 trasplantes capilares cada semana.
Se calcula que cada año son al menos 60.000 los hombres como Paul que viajan a Estambul para someterse a este tipo de operación, que aquí tiene un coste de entre US$600 y US$2.000.
Publicidad
