Facebook necesita una regulación más estricta. Hacen falta medidas duras y urgentes para acabar con la desinformación en su plataforma.

Así lo asegura los parlamentarios británicos en un informe publicado el pasado viernes en el que declaran que el fundador de la red social, Mark Zuckerberg, falló a la hora de mostrar "liderazgo o responsabilidad personal" por las noticias falsas.

Las historias falsas de poderes externos pusieron en riesgo la democracia en Reino Unido, agregaron los legisladores.

Facebook aceptó el informe, que fue elaborado por el Comité de Tecnología Digital, Cultura, Medios y Deporte de la Cámara de los Comunes, y dijo que estaba abierto a "regulación significativa".

El Parlamento británico dijo que lo que se necesita para gestionar la proliferación de la desinformación en internet y el mal uso de los datos personales es un "cambio radical en el balance de poder entre las redes sociales y la gente".

La investigación, que se prolongó por más de un año, puso su foco en las prácticas comerciales de Facebook antes y después del escándalo de Cambridge Analytica.

Cambridge Analytica fue una compañía británica de marketing político que tuvo acceso de los datos de millones de usuarios de la red social que usó para crear perfiles psicológicos de los votantes estadounidenses. Los datos fueron obtenidos a través de un (aparentemente inocente) test de personalidad.

Cómo esos datos, especialmente para su uso en campañas políticas, fueron compartidos por Facebook fue la base de la investigación de los parlamentarios, además de los efectos de las noticias falsas.

"La democracia está en riesgo por los esfuerzos malintencionados e implacables de fuentes no identificables que envían a los ciudadanos desinformación y 'anuncios oscuros' personalizados a través de las principales plataformas de redes sociales que usamos todos los días", concluye el documento.

"Las grandes compañías tecnológicas están fallando en su deber para con los usuarios de protegerlos frente al contenido dañino y respetar sus derechos de privacidad de datos".

El informe pide lo siguiente:

  • un código ético obligatorio para las empresas tecnológicas supervisado por un organismo regulador independiente
  • facultades para los reguladores de tomar acciones legales si las compañías rompen el código
  • que el gobierno reforme las leyes y normas electorales vigentes sobre la participación extranjera en las elecciones de Reino Unido
  • que las redes sociales sean obligadas a eliminar fuentes de contenido dañino, incluidas aquellas que se haya comprobado que generan desinformación
  • que las empresas tecnológicas que operan en Reino Unido paguen impuestos para ayudar a financiar el trabajo de la Oficina del Comisionado de Información (ICO) y cualquier nuevo regulador establecido para supervisarlas

La respuesta de Facebook

En respuesta, Facebook dijo lo siguiente: "Compartimos la preocupación del comité sobre las noticias falsas y la integridad en las elecciones y nos complace haber realizado una contribución significativa en la investigación que llevó a cabo en los últimos 18 meses, respondiendo a más de 700 preguntas y con declaraciones de cuatro de nuestros más altos ejecutivos".

"Estamos abiertos a una regulación significativa y apoyamos la recomendación del comité sobre la reforma de la ley electoral. Pero no vamos a esperar".

"Ya hemos hecho cambios sustanciales para que cada anuncio político en Facebook tenga que ser autorizado, se indique quién paga por él y después sea almacenado en un archivo de búsqueda durante siete años. Ningún otro canal de publicidad política es tan transparente ni ofrece estas herramientas".

"Frustración deliberada"

Los parlamentarios no ocultaron el hecho de que encontraron difícil tratar con Facebook durante la investigación. De hecho, el presidente del comité, Damian Collins, le dedicó a Zuckerberg unas duras palabras.

"Creemos que en sus declaraciones ante el comité, Facebook ha tratado a menudo de manera deliberada de frustrar nuestro trabajo dando respuestas incompletas, falsas y a veces engañosas a nuestras preguntas", aseguró.

"[Los que señala el informe] son problemas de los que las grandes tecnológicas son muy conscientes y que continuamente fallan a la hora de abordar. El principio que rige la cultura del 'actúa rápido y rompe cosas' parece establecer que es mejor pedir disculpas que pedir permiso".

A los parlamentarios de Reino Unido les molestó especialmente que Zuckerberg no viajara al país europeo para responder a las preguntas en persona.

"Incluso aunque Mark Zuckerberg no crea que tiene una responsabilidad frente al Parlamento británico, la tiene frente a los miles de millones de usuarios de Facebook en todo el mundo", dijo Collins.

"Mi comité demostró que todavía tiene preguntas que responder, pero él ha seguido esquivándolas, negándose a responder a nuestras invitaciones directamente o enviando a representantes que no tienen la información correcta".

También acusó a Zuckerberg de hacer "bullying" a firmas tecnológicas más pequeñas y a los desarrolladores que confían en su plataforma para llegar a los usuarios.

Leyes "obsoletas" en la era de internet

El comité no enumeró ejemplos específicos de noticias falsas. Pero señaló la respuesta del gobierno a su informe preliminar, que encontró al menos 38 historias falsas sobre el ataque con un agente nervioso en Salisbury en marzo de 2018.

El documento también dice que la desinformación no solo se difundió a través de plataformas como Twitter.

Y los legisladores señalaron que, un mes después de la publicación de su informe provisional, observaron que el 63% de las páginas vistas de ese informe provenían de direcciones IP extranjeras, y que la mitad de ellas eran de Rusia, algo inusual teniendo en cuenta que la investigación trataba sobre política británica.

Ciudad

Páginas vistas únicas del informe preliminar

Moscú

19,8%

Londres

17,8%

San Petersburgo

2,9%

Cambridge

2,3%

Kiev

19%

Sheffield

1,6%

Bristol

1,4%

Edimburgo

1,4%

Novosibirsk

1,2%

Ottawa

1,2%

Fuente: Cámara de los Comunes

La investigación no solo analizó las noticias falsas. También examinó cómo las firmas tecnológicas usaron los datos, especialmente en contextos políticos, y el uso de campañas online entre una compleja red de firmas, incluida la canadiense AIQ, la compañía paraguas de Cambridge Analytica (la británica SCL) y la empresa de tecnología informática estadounidense Six-Four-Three.

Los parlamentarios dijeron que las regulaciones electorales actuales están "obsoletas para la era de internet" y que necesitan una reforma urgente para que los mismos principios de transparencia de comunicación política que operan en el mundo real se apliquen a la web.

El comité le pidió al gobierno que revele cuántas investigaciones se están llevando a cabo actualmente sobre la interferencia rusa en la política británica, sobre todo en lo que respecta al referéndum de 2016 sobre la salida de Reino Unido en la Unión Europea (Brexit). También exige una nueva investigación independiente.

Para regular mejor las compañías de redes sociales, sugiere crear una nueva categoría de firma tecnológica -ni plataforma ni medio- que refuerce la responsabilidad legal para el contenido identificado como perjudicial.

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