En las profundidades marinas hay miles de kilómetros de cables que hacen posible que puedas leer este artículo en estos momentos desde tu computadora o celular.
En total, hay 293 cables. Algunos de ellos están "activos" y otros "bajo construcción", a la espera de ser terminados antes de que acabe el año.
Son las "venas" de internet que hacen posible que la red funcione. Y gracias a un nuevo mapa interactivo puedes ver cómo son y cuál es su recorrido.
Submarine Cable Map 2017es una base de datos "gratuita y actualizada" de la consultora de telecomunicaciones TeleGeography.
Se trata de un proyecto online en el que puedes observar"los cables que conectan el mundo bajo los océanos" y los cambios que ha habido en las rutas entre 1996 y 2015, explica la firma estadounidense en su sitio web.
Desde Miami hasta Japón
Muchos de estos cables -la mayoría pertenecientes a Google, Facebook y varios gigantes de telecomunicaciones- viajan a través del Océano Atlántico, conectando Europa con el contiene americano.
El primero de estos grandes tubos transoceánicos que se construyó fue el que conecta Reino Unido con Estados Unidos.
"Primero fue de cobre para operar el servicio de telégrafo, luego en la era de internet pasó a ser de fibra óptica", le contó a BBC Mundo Josep Pegueroles, profesor del Departamento de Ingeniería Telemática de la Universidad Politécnica de Cataluña.
Y desde Miami, varios llegan hasta Centroamérica y Sudamérica.
Algunos de los cables de internet abarcan varios países del continente, partiendo desde Buenos Aires hasta Brasil o Puerto Rico.
A su vez, el SAC/LAN nace en Guatemala y llega hasta Ecuador, Perú y Chile.
Y en el Caribe confluyen varias redes que crean un mosaico de cables de los cuales apenas dos llegan a Santiago de Cuba.
En el otro lado del mundo, los cables submarinos atraviesan las aguas del Mediterráneo, partiendo desde España para pasar por Italia y Egipto, navegar el Mar Rojo y recorrer las aguas del Océano Índico.
Y en Asia atraviesan el Mar del la China Meridional y el Mar de la China Oriental, creando una amalgama de tubos de fibra óptica que conecta Hong Kong con Corea del Sur, Japón y el Sureste Asiático.
En Japón se encuentra el más profundo, a 8.000 metros, la altura del Everest.
Entre tiburones y barcos
Internet es un servicio global que es posible gracias a más de 1 millón de kilómetros de cables que conectan 11 países costeros.
Algunos son más resistentes que otros. Por ejemplo, los de Reino Unido y Estados Unidos superan a los del resto del mundo.
Pero pueden llegar a dañarse.
"Los accidentes con buques pesqueros y anclas de barcos ocurren en dos tercios de las fallas de cables de internet", se lee en el blog deSubmarine Cable Map 2017.
"Factores ambientales como terremotos también pueden perjudicarlos", agregan.
Otros motivos menos probables que pueden causar daños en la red son los sabotajes deliberados y los mordiscos de tiburón.
En 2014, los proveedores de telecomunicaciones de Ucrania informaron de interrupciones del servicio internet debido a actividad militar rusa en la península.
Visto así, los cables de internet podrían parecer vulnerables. Pero no lo son.
En general, es bastante raro que ocurran este tipo de problemas.
El entramado actual de cables de fibra óptica atraviesa océanos y mares enteros, llevando el tráfico de internet de todo el mundo.
Más del 95% del tráfico de voz y datos pasa por esa infraestructura, desde las llamadas internacionales que hacemos hasta los mensajes que mandamos, y nuestras conexiones online.