Imagina mirar una pantalla más grande que un autobús y ver las imágenes al máximo detalle y sin que parezcan borrosas, aunque te pegues mucho a ella.
Uno pensaría que puede ser mareante. Y todavía no la hemos probado, pero, a juzgar por la experiencia "cuasi virtual" que ofrece, tal vez no sea una descripción desencaminada.
El gigante japonés Sony, la empresa responsable de la creación de esta colosal pantalla -la mayor de resolución 16K que existe en el mercado- acaba de anunciar el invento en un evento de la Asociación Nacional de Radiodifusores (NAB, por sus siglas en inglés), que se celebra en Las Vegas, Estados Unidos.
El monitor, de casi 20 metros de largo, contiene 16 veces tantos píxeles como un televisor de resolución 4K (los que cuadruplican a la alta definición o HD) y multiplica por 64 la alta definición 1080p de un televisor "normal". El resultado es una resolución de 132 millones de píxeles.
Eso significa que es capaz de mostrar imágenes con mucho más detalle de lo que estamos acostumbrados.
"No cabe duda. Estas pantallas son increíblemente impresionantes en persona. Incluso la resolución 8K en una pantalla gigante es prácticamente hipnotizadora", le cuenta a a la BBC David Mercer, vicepresidente y analista principal de la consultoría Strategy Analytics, especializada en el sector tecnológico.
"Cuando alcanzas esta resolución, la experiencia es casi como de realidad virtual, pues tus ojos perciben la profundidad del contenido", añade el especialista.
Pero, ¿cómo fue posible crear esta tecnología y para qué sirve?
Píxeles microscópicos
La nueva pantalla gigante de Sony es la primera de su tipo. Sin embargo, esta no es la primera vez que trata de conseguir construir un monitor enorme de una resolución casi imposible.
Sony inventó algo parecido en 2014, cuando diseñó un sistema en 16K que para el aeropuerto de Haneda, en Tokio.
La diferencia es que aquella vez el resultado parecía más bien una imagen formada por docenas de pantallas pequeñas, en lugar de una única imagen completa, como lo que ha logrado ahora.
La nueva pantalla de 16K tiene algo similar: también fue creada con varios paneles modulares, pero como no tiene biseles (bordes) se pueden colocar juntos, dando la impresión de ser una sola pantalla.
Sin embargo, la tecnología que fue clave para el desarrollo de estos monitores es un sistema llamado "Crystal LED", que en realidad es el nombre comercial de Sony para las pantallas MicroLED. La compañía lleva desde 2012 desarrollado esta tecnología.
Otras tecnológicas como Samsung han experimentado con ese formato.
El sistema consiste en conjuntos de LED microscópicos que forman los elementos que dan lugar a los píxeles de las pantallas y que ofrecen un mejor contraste y eficiencia energética que las pantallas LCD (de cristal líquido) o las plasma.
En otras palabras: son píxeles ultrafinos que se colocan en pequeños segmentos de la pantalla, y cada uno de ellos se ilumina de forma independiente.
Esta innovación ofrece mucho más brillo que las pantallas OLED, las cuales se usan en celulares flexibles, y también en tabletas y televisores. También muestran más color, ángulos visuales y tiempo de respuesta.
La parte negativa es que los costos de fabricación son tan altos en estos momentos que su desarrollo todavía no resulta rentable para la fabricación masiva en dispositivos de uso común.
Por eso Sony está promocionando un tipo de Crystal LED de una resolución menor que el de su pantalla gigante de 16K. La idea es que pueda usarse en vestíbulos de oficinas, concesionarios de automóviles, cines y parques temáticos.
Uso comercial (por el momento)
En cuanto a la nueva pantalla de 16K, Sony dice que pronto estará disponible en las paredes de un centro de investigación que fue construido para la firma japonesa de cosméticos Shisheido en Yokohama, al sur de Tokio.
Es tan grande que se extenderá a lo largo de dos plantas. Mide 19,2 por 5,4 metros.
Como existen pocas imágenes grabadas en 16K, Sony produjo sus propias imágenes para Shisheido, en las que muestra fauna salvaje a tamaño real.
La tecnológica no reveló qué método usó para hacerlo, aunque previamente ha logrado este tipo de imágenes de lo que se conoce como "ultra alta definición cuádruple" con un método llamado "interpolación cromática", un proceso digital para reconstruir imágenes a color gracias a un algoritmo.
De momento, monitores 16K como este solo tienen uso corporativo. De hecho, podría tomar varias décadas que puedan usarse un día en productos para el consumidor.
"Estamos avanzando poco a poco hacia televisores (en resolución) 8K y quién sabe cuánto costará ir más allá. Así que es probable que, por ahora, el 16K se limite al mundo corporativo", dice Mercer.